Al menos el 20 % de la población sufre de hígado graso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Específicamente en Latinoamérica, al menos el 31 % de sus habitantes han sido diagnosticados con alguno de los dos tipos de hígado graso: alcohólico y no alcohólico.

A la enfermedad del hígado graso se le conoce también como esteatosis hepática y se presenta cuando la grasa se acumula en este órgano, el cual tiene dentro de sus funciones filtrar sustancias dañinas de la sangre y procesar nutrientes de alimentos y bebidas.

La acumulación de grasa en el hígado puede desembocar en la propagación al interior del cuerpo de diabetes. | Foto: Semana

Demasiada grasa en el hígado puede causar inflamación, que puede dañarlo y crear cicatrices. En casos graves, esta cicatrización puede llevar a la insuficiencia hepática. Cuando este padecimiento se da en una persona que bebe mucho alcohol, se conoce como enfermedad del hígado graso por alcohol, explica el portal Healthline.

El consumo frecuente de agua puede ayudar a limpiar no solo el hígado, sino los riñones, manteniendo hidratado el cuerpo. Es por esto, que se aconseja consumir hasta 8 vasos de agua diarios.

Según el portal El Español, también es importante evitar el exceso de bebidas alcohólicas pues es uno de los principales factores de riesgo para el hígado. El cigarrillo también es tóxico para el organismo y puede alterar las células hepáticas.

El exceso de bebidas alcohólicas o una mala alimentación o dormir mal, puede provocar daños hepáticos tan conocidos como la cirrosis | Foto: Getty Images

Es importante también, según la publicación, evitar el consumo de medicamentos que pueden dañar las células hepáticas. Sin embargo es también recomendable que se consuma con moderación los suplementos dietéticos, pues algunas sustancias pueden ser perjudiciales al consumirse en exceso.

Para limpiar el hígado graso y que quede como nuevo, se recomienda también tener una dieta saludable, y equilibrada con verduras como el brócoli y col e incluso se puede consumir cúrcuma, ya que esta especia tiene ‘curcumina’ y es un excelente tónico biliar.

Algunos médicos especialistas en enfermedades del hígado llegan a recomendar que si una persona es diagnosticada con hígado graso, esta inmediatamente debe cambiar sus hábitos alimenticios y elegir una dieta saludable rica en granos, vegetales y en frutas. Asimismo, esta debe controlar la ingesta de calorías y acompañada de actividad física.

Un estudio en ratones realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) determinó que “el extracto de té verde y el ejercicio reducen la gravedad de la enfermedad del hígado graso relacionada con la obesidad en un 75 por ciento”. | Foto: Getty Images

Incrementar el consumo de té verde ayuda a contrarrestar los efectos de este padecimiento, así como también se comprende que los antioxidantes que contiene en sus propiedades el té verde, los cuales son llamados catequinas, influyen directamente en disminuir la grasa en el hígado y la inflamación en personas con hígado graso.

Según la publicación del medio El Español, beber durante uno o dos días grandes cantidades de zumo de manzana orgánico ayudaría de manera rápida a desintoxicar el hígado por su defecto depurativo, así como también ingerir en ayunas el zumo de dos limones orgánicos, mezclados con agua y una cucharada de aceite.

El ajo es una de las verduras que tiene mejores propiedades para regular y mejorar el funcionamiento del hígado. En ese sentido, según Mayo Clinic, gracias a su alto contenido de alicina, es de gran ayuda para limpiar el hígado.

Sumado a otros factores de riesgo metabólico como son el colesterol alto, los triglicéridos altos, la diabetes o prediabetes, entre otros, podría desencadenar en una cirrosis

Por su parte, y de acuerdo con un artículo publicado por el portal de nutrición y bienestar UnCOMO, este alimento ayuda a estimular y favorecer la circulación sanguínea debido a su alto contenido de alicina y ajoeno, dos aminoácidos que tienen propiedades hipotensoras y vasodilatadoras.

“El ajo tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a regular el trabajo del hígado. Lo recomendable es aplastarlo y luego consumirlo para aprovechar sus propiedades”, añadió la nutricionista Grace Fjeldberg en el portal Mayo Clinic.

De acuerdo con Danielle Tholey, médica del Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University, las personas con hígado graso pueden sentirse cansadas o tener malestar abdominal leve, pero por lo demás no tener síntomas. Además, a veces, el hígado graso causa enfermedad hepática avanzada, como fibrosis y cirrosis.

Mujer joven con dolor de estómago doloroso. Gastritis crónica. Calambres estomacales o menstruales. Concepto de hinchazón abdominal. | Foto: Getty Images

Por otro lado en el portal Hogarmania enumeraron 10 plantas que sirven para una buena digestión y así atacar la pesadez y acidez estomacal, síntomas de la dispepsia.

Esas plantas son las siguientes:

- Malvavisco

- Menta piperita

- La regaliz

- Ulmus rubra

- Ulmaria

- Senna alexandrina

- El hinojo

- Jengibre

- La manzanilla

- Melisa