El dolor de rodilla puede ser resultado de una lesión o deberse a una enfermedad. En algunos casos, el malestar puede iniciar repentinamente o levemente y empeorar de manera progresiva.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala algunas de las posibles causas de este dolor:
- Artritis.
- Quiste de Baker.
- Cánceres que pueden diseminarse a los huesos o comenzar en estos.
- Enfermedad de Osgood-Schlatter.
- Infección en los huesos de la rodilla.
- Infección en la articulación de la rodilla.
- Bursitis.
- Dislocación de la rótula.
- Fractura de la rótula u otros huesos.
- Síndrome de la banda iliotibial.
- Síndrome patelofemoral.
- Ruptura de ligamentos.
- Desgarro del cartílago (una ruptura de meniscos).
- Distensión muscular o esguinces.
¿Cuándo acudir al médico?
Mayo Clinic indica que es importante consultar a un médico en caso de presentar los siguientes síntomas relacionados con la rodilla:
- No se puede soportar el peso en la rodilla.
- Sentir que la rodilla es inestable o que se va a salir.
- Tener hinchazón muy marcada en la rodilla.
- Tener fiebre, enrojecimiento y dolor en la rodilla.
- Ver una deformidad en la rodilla o en la pierna.
¿Cómo aliviar el dolor?
Healthline, portal web especializado en salud, señala algunos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar el dolor en la rodilla. Es importante tener en cuenta que no reemplazan a un tratamiento médico.
Terapia de calor y frío
El tratamiento con calor y frío puede ser una gran opción para disminuir la inflamación y el dolor en la rodilla, indica el portal. Para hacerlo se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- Alternar la aplicación del frío y del calor.
- Aplicar calor por máximo 20 minutos,.
- En caso de tener dolor de rodilla por una lesión, aplicar compresas frías durante los primeros dos días por 20 minutos, alrededor de 8 veces al día.
- Tener mucho cuidado al aplicar el hielo, debe estar envuelto en una toalla, pues no debe ser puesto directamente en la piel.
- Verificar que la almohadilla térmica no esté demasiado caliente.
- En las mañanas, las duchas con agua tibia pueden ayudar a aliviar la rigidez en las articulaciones.
Ejercicio físico
La actividad física es un elemento importante para el bienestar integral del cuerpo humano. Dentro de sus beneficios se destaca que ayuda a fortalecer los músculos y mejorar la movilidad. “El ejercicio es importante para mantener los músculos fuertes, conservar el movimiento en las articulaciones y mantenerse flexible. Por lo general, los médicos recomiendan ejercicios de bajo impacto, como los ejercicios acuáticos”, recomiendan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Para las personas que tienen dolor de rodilla a causa de la artritis, el ejercicio físico de bajo impacto es una buena opción. “Descansar la pierna o limitar el movimiento puede ayudar a evitar el dolor, pero también puede endurecer la articulación y hacer que la recuperación sea más lenta. En el caso de la osteoartritis, no hacer suficiente ejercicio puede acelerar la tasa de daño en la articulación”, explica Heatlthline.
Algunas de las actividades de bajo impacto incluyen:
Cabe resaltar que antes de empezar a hacer ejercicio se debe consultar con un médico para recibir las instrucciones necesarias y evitar lesiones.
Cuidado con el peso
Tener sobrepeso u obesidad contribuye a que haya una presión adicional en las articulaciones de la rodilla. “Si un problema de salud a largo plazo está causando dolor en tus rodillas, el control del peso podría ayudar a aliviar los síntomas al reducir la presión sobre ellas”, indica el portal.