De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), el cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, siendo el de pulmón, mama, colon y recto los más relevantes.

Entre los factores que más inciden en el desarrollo de cáncer están: el consumo de tabaco, de alcohol, alimentos de baja calidad y poca actividad física.

Es de mencionar que prevenir el cáncer en su totalidad no es posible, pero sí se pueden disminuir las probabilidades de que las células malas se multipliquen de manera irregular, ya que aspectos genéticos, alimenticios y/o actividades no saludables influyen en su aparición.

Aunque los signos de esta enfermedad dependen del tipo de cáncer que se desarrolle, existen algunos comunes como las náuseas, la fatiga y la pérdida de peso, entre otros.

Hábitos para disminuir el desarrollo de un cáncer

Tal y como se indicó anteriormente, algunos hábitos influyen en aumentar o no el desarrollo de cáncer. Por esto, la Clínica Mayo revela algunos de ellos:

  • No exponerse al sol: el cáncer de piel es uno de los más comunes a nivel mundial, por lo que es importante la aplicación continua de bloqueadores solares y elementos que reduzcan una exposición directa del sol con la piel. Cabe destacar que, la vitamina D se obtiene a través de esta actividad.
Fumar es uno de los hábitos nocivos para la salud. | Foto: Copyright Dazeley | Getty Images
  • El sedentarismo: se aconseja hacer ejercicio de manera frecuente porque a través de él, el cuerpo puede verse beneficiado no solo en su estado físico sino mental, reduciendo las probabilidades de cáncer.
  • No consumir grasas trans y saturadas: es importante consultar con un profesional de la salud para el diseño de un plan de alimentación adecuado según el estado de salud. Sin embargo, el reemplazo de grasas dañinas por poliinsaturadas y monoinsaturadas es sugerido por las instituciones de salud, ya que estas provocan afecciones en el sistema cardiovascular debido a los taponamientos de grasa en las arterias que impiden el flujo de sangre.

Existen algunas frutas con propiedades que no eliminan, sino que reducen las posibilidades de cáncer. Este es el caso de la remolacha, que puede ser incluida en una dieta equilibrada.

Algunas frutas y verduras tienen propiedades antioxidantes. | Foto: Getty Images

Los beneficios del consumo de la remolacha

Según el portal de salud Tua Saúde, la remolacha es rica en antioxidantes como la vitamina C que, al eliminar los radicales libres que dañan las células del cuerpo, reduce los riesgos de cáncer.

Sus propiedades son:

  • Combatir la anemia: al ser rica en hierro y vitamina C tiene doble función. El primero evita la aparición de anemia, y la segunda ayuda en su absorción.
  • Regula la presión arterial: no controlar la presiona arterial puede ser mortal, por lo que el consumo de remolacha permite el relajamiento de las paredes de los vasos sanguíneos colaborando en un buen flujo sanguíneo y presión de la sangre.
  • Fortalecer el sistema inmune: gracias a sus compuestos de vitamina B1 y B2 robustece el funcionamiento de este aparato que protege al cuerpo de cualquier agente externo que lo quiera dañar.

¿Cómo preparar jugo de remolacha?

Debido a que la remolacha es un alimento con una textura dura, se recomienda, en una olla pitadora ablandarla por unos minutos.

  1. Cortarla para retirar su piel
  1. Cortarla en cuadros
  1. Agregar una taza de agua a la licuadora junto a la remolacha.
  1. Licuar para después consumir.

Se aconseja consultar con un nutricionista para incluirla en una dieta balanceada y poder obtener sus propiedades.