En muchas oportunidades los pies son una de las partes del cuerpo a las que poco se les presta atención, a pesar de que es muy susceptible a resecarse e incluso a enfrentar infecciones por cuenta de posibles grietas que se forman.
Normalmente esta situación se presenta porque la piel no se hidrata de manera correcta, pero en ocasiones también está relacionada con el uso de zapatos no adecuados o cuando se camina mucho tiempo descalzo.
Además, cuando la pisada es incorrecta o desequilibrada, es posible que provoque más presión en algunas partes del pie, ocasionando sequedad y durezas en zonas específicas como los talones, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
La piel del pie es diferente a la del resto del cuerpo, según información del portal Podo Activa.
“Se caracteriza por tener un mayor número de células adiposas. Es decir, un mayor espesor para amortiguar el continuo roce al caminar llegando a ser 50 veces más gruesa que la de la zona de la mejilla de la cara. Además, es pobre en sustancias grasas y, por este motivo, no cumple correctamente su función hidratante”, precisa.
Estas son razones suficientes para tomar acciones tendientes a mantenerla hidratada y mejorar su condición y los remedios caseros son una buena alternativa. Estas son algunas de las opciones.
Cebolla y aceite de oliva
Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth, indica que la cebolla tiene propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir afecciones más graves como las infecciones; mientras que el aceite de oliva humecta en profundidad para reparar la piel dañada.
Para elaborar este remedio se requiere de media cebolla, una cucharadita de sal y dos cucharadas de aceite. Se extrae el jugo de la cebolla y se mezcla con los otros ingredientes. La pasta que se forma se aplica con un suave masaje por los pies.
Se cubre con una venda y se deja actuar, como mínimo, una hora. Posteriormente, se retira con abundante agua, se secan bien los pies y se hidratan con una crema o aceite, la cual se puede dejar en la noche.
Remojar en agua tibia e hidratar
Otra alternativa casera es remojar los pies en agua tibia para que la piel se suavice y se abran los poros y luego se aplica una crema hidratante con la idea de que sea absorbida por todas las capas.
Se debe colocar un poco de agua tibia dentro de un recipiente en una cantidad que permita sumergir todo el pie.
Se agregan una o dos cucharadas de crema hidratante, dependiendo de la cantidad de agua; se mezclan bien los ingredientes y se remojan los pies durante cinco a 10 minutos, para garantizar que la piel quede suave y absorba la crema, según el portal de salud Tua Saúde.
Crema de plátano
Es posible realizar una crema casera de plátano. Esta fruta ofrece beneficios para el cuidado de los pies, ya que tiene propiedades hidratantes. Se pueden introducir dos bananos en la licuadora hasta que se forme una pasta y se aplica en la planta de los pies y los talones después del baño. Se deja actuar durante unos 10 minutos y luego se retira con agua tibia, repitiendo el proceso una vez a la semana, precisa una publicación el medio digital El Español.
Limón con vaselina
La mezcla de zumo de limón con vaselina es favorable para aliviar la condición de los pies resecos y con grietas. Esta combinación puede aplicarse después del baño, se deja actuar durante unos minutos y luego se retira con suficiente agua y se aplica una crema hidratante.
Azúcar y aceite de almendras
El azúcar es recomendado para pieles secas o con grietas poco profundas, mientras que el aceite de almendras es un ingrediente básico en cosmética natural, ya que es muy nutritivo; y gracias a su contenido en vitamina E, muy recomendable, según un estudio realizado por el Government Medical College and Associated SMHS Hospital (India) y citado por Mejor con Salud. Con este aceite la piel se hidrata y obtiene elasticidad.