La insulina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una hormona que regula la concentración de glucosa en la sangre, es decir, la glucemia. Así mismo, es una hormona que produce el páncreas, cuya función principal es permitir que las células absorban y utilicen la glucosa en el cuerpo.
En las personas con resistencia a la insulina, las células no pueden usarla de manera efectiva, corriendo el riesgo de sufrir de diabetes.
Además, dichas personas, según el portal TopDoctors, “no responden correctamente a la presencia de insulina y, en consecuencia, disminuye su capacidad para absorber la glucosa de la sangre. Para lograr el efecto deseado, será necesaria una mayor concentración de insulina”.
La Asociación Americana de Diabetes estima que hasta el 50 % de las personas con resistencia a la insulina y prediabetes desarrollarán diabetes tipo 2 si no realizan cambios en su estilo de vida.
Además de la posibilidad de generar diabetes, la resistencia a la insulina aumenta el riesgo de tener: sobrepeso, triglicéridos altos y presión arterial elevada.
También hay individuos que pueden desarrollar una afección cutánea conocida como acantosis nigricans, explica el portal especializado Healthline. Esta aparece como parches oscuros y aterciopelados, por lo general, en la parte posterior del cuello, la ingle y las axilas.
Entre los síntomas de la resistencia a la insulina están:
- Hormigueo en las manos y pies.
- Cansancio.
- Dificultad para concentrarse.
- Infecciones recurrentes.
- Niveles altos de colesterol.
- Hipertensión arterial.
- Aumento de peso, especialmente en el abdomen.
A pesar de lo anterior, esta afección, por lo general, no presenta señales hasta que se desarrolla la diabetes y de acuerdo con los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, el 90 % de las personas con prediabetes no saben que tiene la enfermedad.
Por lo anterior, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
¿Cómo enfrentar la resistencia a la insulina y la prediabetes?
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, la actividad física y perder peso pueden ayudar a que el cuerpo responda mejor a la insulina. De igual manera, el consumo de alimentos más saludables es bueno para revertir la resistencia a la insulina y prevenir o retrasar la diabetes tipo 2 en personas con prediabetes.
Los músculos se vuelven más sensibles a la insulina después del ejercicio, y una persona puede revertir este padecimiento con un estilo de vida activo y saludable.
Si bien un diagnóstico de resistencia a la insulina o prediabetes podría causar alarma, hacer cambios apresurados en el estilo de vida y esperar resultados inmediatos no es una forma sostenible de proceder, según indican los especialistas.
Por ello, su recomendación es aumentar los niveles de actividad física gradualmente, reemplazar un alimento por comida con una opción saludable y baja en carbohidratos, y asegurarse de seguir por este camino semana tras semana. Así las cosas, la forma más eficaz de reducir la resistencia a la insulina es hacer cambios lentos y sostenibles.