La respiración profunda o la respiración lenta, lleva a la calma y bienestar a la persona que la practica de forma regular. Ese tipo de técnica, donde la persona se acostumbra a tomar bocanadas de aire de forma profunda, es muy común en el yoga.
No obstante, es de mencionar que, más allá de las prácticas que se disponen de ese clásico vínculo con el budismo y la meditación, no son muy usuales en el día a día.
Además, varios estudios han manifestado los beneficios de ese tipo de respiración, identificando un pequeño grupo de neuronas que median entre este tipo de respiración y la relajación, la atención e incluso la eficacia para regular las emociones y reducir la ansiedad.
Es por eso que se recomienda llevar a cabo este tipo de respiración, basta solo con abrir la boca y respirar profundamente, con calma y de forma pausada, para obtener los siguientes beneficios.
Regula el estrés y la ansiedad
La respiración es una acción que se lleva a cabo de manera involuntaria, se inhala oxígeno para obtener y crear energía a nivel celular. Después, se exhala dióxido de carbono, ese subproducto resultante de la respiración celular.
Según un estudio realizado por la Universidad de Pisa, Italia, la respiración puede ayudar a calmar y regular los ataques de ansiedad y, beneficia de forma notable, si se lleva a cabo de manera pausada, rítmica y profunda.
Asimismo, al aportar el cuerpo oxígeno de manera más pausada, constante y regular, los músculos dejan también de estar tensados. Es por eso que el sistema simpático deja de enviar sus picos elevados de cortisol y adrenalina al cuerpo.
Elimina toxinas
El cuerpo está diseñado para liberar gran parte de sus toxinas a través de la respiración. Por ejemplo, el dióxido de carbono es un residuo tóxico natural que se genera por los procesos metabólicos del cuerpo y que, por tal motivo, debe ser expulsado de forma regular.
No obstante, cuando los pulmones están acostumbrados a efectuar respiraciones rápidas, no se llega a expulsar del todo esos elementos de desecho.
Es por eso que se recomienda tomar conciencia de ello, y que, al menos durante dos o 3 veces por día, se dedicara al menos 10 minutos a respirar de manera profunda.
Disminuye el dolor
Algo que se realiza muchas veces de forma casi inconsciente cuando se siente algún tipo de dolor es contener la respiración, debido a que es un mecanismo natural del cerebro cuando se recibe algún tipo de golpe.
Sin embargo, y en caso de padecer dolores crónicos y regulares, debido a la artritis, lupus, se recomienda contener la respiración unos segundos y respirar de forma profunda y pausada.
Con este método, se liberará endorfinas, que son analgésicos naturales del cuerpo, realizando también un efecto sedante, debido a una buena respiración.
Mejora la postura
Algo tan sencillo como respirar de modo profundo, a partir de hoy, permitirá mejorar el esquema corporal y, sobre todo, el eje de la espalda-cuello.
Debido a que al momento de llenar los pulmones de aire se logra estimular la columna vertebral, con el fin de colocarla en una postura más armónica, equilibrada y correcta.
Estimula el sistema linfático
El sistema linfático es parte esencial del sistema inmunitario del cuerpo y está compuesto por una compleja red de vasos linfáticos, tejidos, órganos y ganglios que tienen un sin fin de funciones.
Una de esas, es la que lleva a cabo el líquido linfático, con el objetivo de que el organismo libere los restos de las células muertas y otros desechos. Es por eso que la respiración profunda ayudará a conseguirlo, según un estudio realizado por la Universidad Flinders en Australia.