La retención de líquidos puede ser un problema molesto e incómodo, pero existen formas naturales de controlarla y aliviar sus síntomas. Aquí le presentamos cinco métodos que puede incorporar en su rutina diaria para ayudar a reducir la retención de líquidos y mejorar su bienestar.
¿Qué es la retención de líquidos y por qué ocurre?
La retención de líquidos, también conocida como edema, según Mayo Clinic es la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. Por lo general, se presenta en áreas como los pies, los tobillos y las piernas, pero también puede afectar otras partes del cuerpo. Los síntomas incluyen hinchazón, dolor, rigidez y fluctuaciones de peso inexplicables.
El portal de la clínica Rigo asegura que la retención de líquidos puede ser causada por diversos factores, como la presión dentro de los vasos sanguíneos, fuerzas externas que arrastran líquido a través de ellos o daños en las paredes de los vasos sanguíneos.
Es importante identificar la causa subyacente de la retención de líquidos y consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado antes de intentar tratarla.
Métodos naturales para controlar la retención de líquidos
- Actividad física y masajes: El sedentarismo puede contribuir a la retención de líquidos, Mejor con Salud afirma que este problema se refleja especialmente en las extremidades inferiores. Realizar ejercicio regularmente, como caminar, nadar o bailar, puede mejorar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la retención de líquidos. Además, los masajes en las zonas afectadas pueden aliviar el agotamiento y mejorar la circulación.
- Reducción del consumo de azúcar y sal: el exceso de azúcar puede acumularse en el organismo y convertirse en grasas, mientras que el sodio en la sal puede dificultar la eliminación adecuada del agua acumulada. Reducir el consumo de azúcar y sal en la dieta puede ayudar a controlar la retención de líquidos.
- Alimentación saludable: seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para mantener un buen equilibrio hídrico en el cuerpo. Incorporar frutas y verduras frescas, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a prevenir la retención de líquidos y promover una salud óptima.
- Hidratación adecuada: aunque pueda parecer contradictorio, beber suficiente agua es importante para controlar la retención de líquidos. El agua ayuda a eliminar toxinas del organismo y restablecer el equilibrio hídrico. Se recomienda beber al menos 1,5 litros de agua al día para mantener una hidratación adecuada.
- Uso de medias elásticas: las medias elásticas ejercen presión sobre los vasos sanguíneos, mejorando el retorno de la sangre y promoviendo una distribución adecuada de líquidos en el cuerpo. Esto puede ayudar a reducir la retención de líquidos en las piernas y aliviar la sensación de hinchazón y pesadez.
Algunas hierbas como las hojas de arándano o el ginkgo pueden ayudar a aliviar la retención de líquidos y mejorar la circulación sanguínea. Sin embargo, es relevante tener precaución al tomar cualquier producto con efecto diurético y siempre informar a su médico sobre los suplementos que está considerando recomienda MejorconSalud.
La calidad de los líquidos que consumimos también juega un papel crucial en el control de la retención de líquidos.
Según los expertos de Mi Ayuno citados en ELLE, es fundamental que el agua que bebamos esté enriquecida con electrolitos, como calcio, cloruro, magnesio, fósforo, potasio y sodio. Estos electrolitos son esenciales para el organismo y se recomienda tomar uno o dos vasos al día de agua con bicarbonato de potasio para aportar la carga negativa necesaria y contrarrestar la acidez.
El potasio ayuda a mantener el equilibrio hídrico y contrarresta la retención causada por el exceso de sodio. Además, se sugiere el consumo de agua de coco, zumos vegetales como los smoothies y batidos verdes, y agua de mar diluida para mantener el equilibrio electrolítico y prevenir la retención de líquidos.
Recuerda que cada persona es única y puede responder de manera diferente a los métodos naturales para controlar la retención de líquidos. Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.