El edema, conocido popularmente como retención de líquidos, es un aumento en el volumen del líquido intersticial, es decir, una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, de acuerdo con un blog de la Fundación Española del Corazón.
Además, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las causas pueden ser: consumir demasiada sal, quemaduras de sol, insuficiencia cardíaca, enfermedades de los riñones, problemas hepáticos por cirrosis, embarazo, problemas con los ganglios linfáticos, especialmente después de una mastectomía, algunas medicinas, permanecer mucho tiempo de pie o sentado cuando hace calor.
Sin embargo, según el sitio web informativo para pacientes de la American Society of Clinical Oncology (la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, ASCO), existen algunos consejos que pueden ayudar a tratar la afección, como ingerir una dieta bien equilibrada, caminar o hacer otro tipo de ejercicio, ya que ayuda a que los líquidos vuelvan a bombearse al corazón.
Asimismo, sugirió evitar estar de pie durante períodos prolongados o sentarse con las piernas cruzadas.
Adicional el portal CuerpoMente reveló siete remedios naturales para evitar la retención de líquidos:
1. Evitar el exceso de sal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de cinco gramos de sal por día. Además, toda la sal que se consume debería ser yodada, es decir, enriquecida con yodo.
2. Tomar magnesio. El magnesio se encuentra naturalmente presente en los alimentos y se agrega a ciertos alimentos fortificados como legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes (como la espinaca), leche, yogur y algunos productos lácteos.
3. Dietas ricas en proteína. La proteína promueve la retención de líquidos, pero es importante no excederse.
4. Agregar a la alimentación plantas. La ortiga, el diente de león, o los rabos de cereza, pues son diuréticas y antioxidantes.
5. Drenaje linfático. Es un tipo de masaje, suave y ligero, que se aplica sobre el sistema circulatorio y cuyo objetivo es movilizar los líquidos del organismo, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
6. Elevar los pies. Cuando se esté sentado o recostado, se recomienda poner la zona afectada en alto.
7. No automedicarse. Cuando la retención de líquidos no se trata a tiempo, puede implicar otros problemas como que la zona inflamada tienda a doler y dificultad para caminar. En la piel puede percibirse tirantez, irritabilidad y picazón, lo que causa mayor riesgo de una infección y puede acarrear también problemas de circulación, entre otras dificultades.
Sobre la misma línea, la fundación argentina, Mundo Sano, explicó que existen cuatro tés que pueden ayudar con la afección.
1. Té verde: tiene una gran cantidad de polifenoles y vitaminas C, A y B, además de minerales como el zinc, selenio y magnesio.
2. Té de Jamaica: tiene altos porcentaje en vitamina C, antioxidantes, minerales omega, flavonoides, vitamina A, fenoles y antocianinas y fibra.
3. Té de perejil: solo dos cucharadas de perejil aportan el 2 % de calcio, hierro y ácido fólico que necesita el organismo a diario, el 12 % de vitamina A, el 16 % de vitamina C y más del 150 % de vitamina K, según reseña el diario español “AS”.
4. Té de cola de caballo: la cola de caballo se utiliza para tratar la retención de líquidos (edema), las infecciones de las vías urinarias, la pérdida del control de la vejiga (incontinencia urinaria), las heridas y muchas otras condiciones, aunque no existe buena evidencia científica para apoyar estos usos. Podría no ser seguro el uso de la cola de caballo, según Medline Plus.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.