La I Conferencia Regional de América Latina y del Caribe (LAC), que se realiza del 6 al 8 de septiembre en Cartagena, citó a delegaciones de más de 21 países del continente para discutir estrategias que ayuden en la reducción de inequidades en salud sexual y reproductiva de la región.A propósito de este evento, Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, habló con Semana.com sobre los retos y avances en materia de salud y educación sexual y reproductiva en el país.Semana.com: ¿Qué tan informados están los jóvenes sobre salud sexual y reproductiva?Marta Royo (M.R.): Los jóvenes en general están informados, pero el problema es que no saben cómo acceder a un método anticonceptivo, a una consulta médica o a un asesor que los pueda guiar y terminan validando esa información que tienen con sus pares o en Internet donde encuentran muchos mitos. Por otro lado, todavía es un tabú el tema de la sexualidad. En nuestros países es algo que estigmatiza, tenemos barreras frente a ello. Entonces, puede que estén informados pero que esto se traduzca en una sexualidad y toma de decisiones responsable y donde se garanticen los accesos, es otra cosa.Le puede interesar: Educación sexual de los niños, un espinoso debateSemana.com: A parte del tabú, ¿qué otros obstáculos existen para que los jóvenes accedan a salud sexual?M.R: En Colombia tenemos un sistema de salud con prácticamente cubrimiento universal, sin embargo, no es fácil que un joven pueda acceder. Pedir una consulta es difícil porque los jóvenes están afiliados a una EPS, pero a través de sus padres y entonces tienen que pedirles permiso o ayuda a ellos para conseguir la cita con un médico especializado. Por otro lado, los tiempos del sistema de salud son demorados. Pueden pasar entre tres y cuatro meses para que a ese joven, que se atrevió a pedir una cita, se la den y no va a esperar ese tiempo para acceder a un método anticonceptivo. Entonces, las rutas no son fáciles y hay un gran desconocimiento.Semana.com: En zonas rurales debe ser más preocupante la situación…M.R: Es otra realidad completamente diferente. Allí hay menos prestadores de salud y además en los pueblos más pequeños todo el mundo se conoce y se avergüenzan de acceder a estos servicios porque les preocupa que la gente sepa que están teniendo relaciones sexuales. Nuestra misma cultura del tabú hace que aun cuando los adolescentes quieren ser responsables, el miedo de ser estigmatizados por su sociedad se traduce en que no acceden y luego viene el embarazo o la enfermedad de transmisión sexual.Semana.com: Se habla mucho de embarazo adolescente, pero ¿cómo está el país en materia de enfermedades de transmisión sexual?M.R: Sabemos que hay una problemática seria y que hay un sub registro muy grande, pero en el papel estamos súper bien porque aparentemente no pasa y hay muy poca prevalencia. Sin embargo, nosotros vemos, en los centros para jóvenes que Profamilia tiene en distintas partes del país, que sucede mucho que, por ejemplo, cuando hacen los exámenes que ya es un trabajo de concientización duro, luego no quieren recogerlos. Entonces ahí ya hay un sub registro y hay una persona que no está recibiendo el tratamiento adecuado porque no va a recoger su examen.Semana.com: ¿Cuál debe ser la estrategia para luchar contra el tabú y los demás obstáculos en cuanto a salud sexual y reproductiva? M.R: Hay que insistir en una educación integral, en un currículo integral de la sexualidad y hay que dejar de tenerle miedo a esa educación. Creo que hay muchos mitos alrededor. Cuando se habla de una educación integral para la sexualidad, la gente se imagina que se les va a hablar de sexo a los niños y eso no es así. Hay que entender que dependiendo de la etapa en la que se encuentran cada uno de esos niños, jóvenes, adolescentes y adultos, hay una información que necesitamos saber, que debe ser presentada de una manera que sea amigable, que tenga todas las implicaciones de lo que significa una sexualidad responsable y el respeto y cuidado con el cuerpo.Recomendamos leer: ¿Que su hijo se vista como mujer influye en su orientación sexual?Semana.com: El miedo a hablar sobre el tema de la sexualidad es aún muy grande…M.R: No podemos seguir teniéndole temor a que las cosas se digan cómo se tienen que decir. Definitivamente tenemos que contarles a los jóvenes cómo acceder a servicios seguros de calidad. Esas realidades no vamos a mejorarlas o cambiarlas si no enfrentamos responsablemente las cosas como son. Tiene que haber educación y esa educación tiene que incluir información correcta, veraz, concreta. Es que de todas maneras los jóvenes se están informando a través de las redes. Si la gente pide que no se hable de eso en los colegios porque piensan que así no van a hacer nada, estamos siendo terriblemente irresponsables.Semana.com: Llegar a los jóvenes es vital… M.R: El sistema de salud tiene una responsabilidad enorme. Tiene que llegar a los jóvenes porque hay una capa de población que no sabe que el sistema funciona también para ellos, de manera gratuita y ese sistema tiene que incorporar también planes muy fuertes de promoción y prevención, donde el componente de salud sexual y reproductiva sea principal. Así como se aprende de muchas otras cosas, se tiene que aprender sobre la salud sexual y reproductiva, es la única manera de tomar decisiones responsables y que no tengamos lo que nos está sucediendo hoy en día como embarazos en adolescentes, enfermedades de transmisión sexual, VIH y abortos clandestinos.Semana.com: ¿Cuáles han sido los principales avances en materia de salud sexual y reproductiva en el país?M.R: Por un lado, Colombia es de los países de la región que cuenta con prácticamente todos los productos anticonceptivos. También, a pesar de que las metas establecidas frente a los objetivos del milenio que teníamos con la mortalidad materna no las llegamos a cumplir, aun así hoy en día muchas más mujeres colombianas, de todos los estratos, tienen acceso a servicios donde la maternidad se da de una manera mucho más segura.Semana.com: ¿En qué otras dimensiones se han visto avances?M.R: El acceso a la vacunación me parece importantísimo, incluso tenemos en plan obligatorio de vacunación que funciona muy bien, contiene todas las vacunas disponibles de mucha calidad y eso es una ventaja enorme como país que tenemos. Y, la parte de infraestructura y capacidad instalada de clínicas y hospitales es ahora muchísimo más amplia que la de antes de la Ley 100. Creo que eso, unido con la rigurosidad de todos los análisis jurídicos que se han hecho en el país frente a esos derechos, nos hace definitivamente ser líderes en la región.Semana.com: La jurisprudencia ha ido, poco a poco, poniéndose a favor de esta lucha… M.R: Sí. Hay un desarrollo muy importante en Colombia en cuanto a toda la parte jurídica y legal. Por ejemplo, tenemos la sentencia C355 que permite el aborto bajo tres causales, las regulaciones que ha ido emitiendo poco a poco el Ministerio de Salud para garantizar que los derechos se cumplan y se traduzcan en acceso. Lo que pasa es que somos un país geográfica, culturalmente complejo y tenemos todavía una cultura machista donde la salud sexual y reproductiva es exclusiva de las mujeres, pocos hombres participan de ello.Semana.com: El Ministerio de Salud está comprometido con incentivar la salud sexual y reproductiva, ¿en qué otras instituciones han encontrado apoyo?M.R: El Ministerio de Salud ha sido un apoyo extraordinario. La voluntad política es el primer paso para que todas las otras cosas vayan encajando. También hay muchas gobernaciones y alcaldías que tienen dentro de sus planes de desarrollo el componente de embarazo adolescente y de violencia intrafamiliar que no podemos dejar de lado. Y, en Bogotá, el distrito está a punto de lanzar un programa para la prevención de la maternidad y paternidad responsable.