Aunque a la hora de comer pareciera que todo está permitido, en realidad todo no es conveniente. Lo que quiere decir que para incluir en una dieta balanceada ciertos productos es necesario verificar que estos son saludables para la salud y contrarrestan afecciones en vez de ser el inicio de ellas.
Un errado plan de alimentación puede provocar enfermedades de cualquier tipo, sean renales o cardíacas, por esto se recomienda la cautela a la hora de comprar e incluir los alimentos que son favorables para el organismo.
De acuerdo con la Clínica Mayo, para cuidar el corazón se deben evitar ciertos alimentos e iniciar el consumo de otros. Asimismo, da algunos consejos que contribuyen en esta dieta a favor de este músculo.
No consumir más de lo debido
Aunque pareciera que entre más se sirve en un plato más el cuerpo va a recibir nutrientes, no es así. La institución explica que se debe moderar el consumo de porciones intentando la ingesta de frutas y verduras, en vez, de los alimentos que tienen alto contenido calórico, porque pueden contribuir en el sobrepeso.
“En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos”, señala la Organización Mundial para la Salud, OMS, en un artículo publicado en el mes de junio del 2021.
Es importante personalizar las porciones puesto que no todos tienen dietas iguales, y estas son determinadas por un plan de alimentación guiadas por un profesional.
Lo importante es la elección
La institución de investigación americana precisa que los cereales integrales son buenas opciones de alimentos ricos en fibras que contrarrestan cualquier alteración de la presión arterial. En la dieta se pueden incluir la quinoa y la cebada, por ejemplo.
Consumir más frutas y verduras
Aunque se cree que todas las frutas y verduras son aptas para consumir, algunas de ellas tienen un límite de ingesta, tales como, las que se encuentran enlatadas, las que se fritan o aquellas que tienen azúcar añadido.
Es importante consultar con un nutricionista o médico para verificar cuál tipo de fruta es más apta para el organismo, ya que, por ejemplo, el mango no es permitido para quienes son intolerantes a la fructosa.
Entre tanto, algunas otras tienen propiedades y efectos sobre el sistema cardiovascular, protegiendo el corazón y contrarrestando la aparición de enfermedades que lo aquejan.
Los alimentos que pueden dañar el corazón
En la actualidad las organizaciones de salud insisten en evitar o limitar ciertos productos que son contraproducentes para el organismo, como:
Las grasas trans y saturadas
La importancia de evitar este tipo de alimentos en una dieta equivale a las probabilidades de tener un ataque cardíaco o accidente cardiovascular, debido a que la alta ingesta de grasas no saludables se depositan en las paredes de las arterias, acechando las funciones del corazón.
Entre la lista de alimentos que hacen parte de las grasas trans, se encuentran la mantequilla, el aceite de coco, la manteca de cacao, la salsa de crema de leche, entre otros. En cambio, las que los pueden reemplazar, son: el aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate.
Alimentos azucarados
El alto consumo de azúcar puede incrementar la glucosa en el torrente sanguíneo generando hiperglucemia, una afección que se relaciona con los pacientes que son diagnosticados con diabetes.
La National Institutes of Health, asegura que el consumo de azúcar es uno de los factores que más influye en el sobrepeso de una persona. Asimismo, precisa que el cuerpo obtiene glucosa al descomponer los alimentos como las proteínas y carbohidratos, por lo que sugiere no aumentarla a través de alimentos azucarados.
Sal
De acuerdo con la OMS, la sal “es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación”; sin embargo, su alto o bajo consumo puede provocar problemas en la salud.
Por ejemplo, el consumo de sodio por debajo de los 5 gramos al día puede disminuir la tensión arterial, explica la organización internacional, precisando que esto también contribuye en la reducción del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Entre tanto, la entidad internacional recomienda reducir el consumo de sal, ya que se estima que una parte de la población mundial consume al menos entre 9 y 12 gramos, una medida superior a la sugerida que puede perjudicar al organismo.