La rigidez y el dolor articular es solo uno de los síntomas más comunes de enfermedades como la artrosis. Se trata de una de las principales causas de discapacidad física en las personas mayores en todo el mundo. Las articulaciones, con el tiempo, se desgastan y pueden dar lugar a esta enfermedad.

La artritis involucra la degradación de las estructuras articulares, particularmente del cartílago el cual protege una articulación y permite que esta se mueva de forma suave. Este también absorbe el golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede cuando la gente camina. Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos bajo el cartílago se dañan y se rozan. Lo anterior causa dolor, hinchazón (inflamación) y rigidez, según el portal MedlinePlus.

No obstante, de acuerdo con el portal enfocado en salud ‘La vida lúcida’ existen varios motivos que producen el dolor como la falta de ejercicio, mala calidad del colchón, dificultad para dormir, entre otras.

Además, el portal señala que dicha rigidez también es un síntoma común de la espondilitis anquilosante, afección que perjudica principalmente la columna, las caderas y las rodillas. Por otro lado, también se sugiere que existen otras enfermedades que causan dolor en las articulaciones como problemas de la tiroides, deficiencia de vitamina D, fibromialgia, lupus, gota, bursitis y obesidad.

Para tratar el problema se recomienda acudir a un médico experto que brinde una posible solución. Además, el portal señala la necesidad de cambiar los hábitos de vida y optar por un estilo saludable en cuanto a la alimentación y el ejercicio.

Debido a que la alimentación saludable es necesaria para aportar vitaminas y nutrientes al organismo, el portal reseñó una serie de alimentos que pueden ayudar a combatir el malestar.

Nutrientes

Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento.

“La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago por el aumento de crecimiento de los condrocitos. El selenio, el zinc, el cobre y el manganeso, así como los ácidos grasos poliinsaturados, parecen estar implicados en los procesos de elaboración del colágeno y en la reducción de la inflamación del cartílago”, explica Sañudo.

Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.

Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.

Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se ha de mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”.

Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. “Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea”.

Alimentos recomendados

Verduras y hortalizas:

  • Verduras de hoja verde: otros como las acelgas, las espinacas y el brécol concentran buena cantidad de magnesio.

Aceite de oliva:

  • Este producto tiene gran contenido de antioxidantes para los tejidos.

Frutos secos y semillas:

  • Las pipas, sésamo, piñones y almendras tienen gran cantidad de magnesio, en este orden.
  • Las nueces, almendras, avellanas, cacahuetes y pistachos aportan fibra, mucha grasa insaturada, proteína vegetal y minerales como potasio, calcio, fósforo, hierro, zinc, entre otros.
  • Las frutas secas, como ciruelas, higos y dátiles contienen altas cantidades de polifenoles, que mejoran la masa ósea y aumentan la formación de tejido óseo, tanto en condiciones normales como de inflamación.