Los riñones cumplen funciones determinantes para el normal funcionamiento del organismo. Una de ellas es filtrar y mantener la sangre libre de productos de desecho provenientes de los alimentos que la persona consume.
También ayudan a regular la cantidad de agua y de electrolitos como el sodio y el potasio en la sangre, eliminándolos a través de la orina cuando hay exceso. Sin ese equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente, aseguran los expertos.
“Los riñones sanos filtran alrededor de media taza de sangre por minuto, eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina”, precisa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos.
Dada su importancia es recomendable tomar acciones tendientes a cuidar su salud y la mejor forma de hacerlo es adoptando estilos de vida saludables, especialmente con la alimentación, pues esta influye de manera significativa en el funcionamiento no solo de los riñones, sino de las demás partes del cuerpo.
Es clave, por ejemplo, regular el consumo de productos ricos en sal y grasas, también algunas proteínas, lácteos y bebidas que afectan de manera negativa la salud de estos órganos. Lo más recomendable es comer frutas y verduras a diario, hidratarse constantemente y controlar enfermedades como la diabetes, que es una de sus principales enemigas.
Los riñones están expuestos a diversas afecciones y una de ellas es la nefritis, que es un conjunto de enfermedades que ocasionan inflamación de los glomérulos renales, los cuales son estructuras que se encargan de filtrar y eliminar las toxinas y otros componentes del organismo como agua y sales minerales, explica una publicación del portal de bienestar y salud Tuda Saúde.
El Instituto Nacional del Cáncer, de Estados Unidos, explica que las causas de este padecimiento son infecciones, afecciones inflamatorias (como el lupus), ciertas afecciones genéticas y otras enfermedades. También se genera por la ingesta de determinados medicamentos o por exponerse a ciertas sustancias químicas.
Los signos y síntomas son variados y en la lista se incluyen: presión arterial alta; malestar, náuseas y vómitos; edemas y párpados hinchados, orina frecuente, dolores fuertes en la espalda, entre la zona lumbar y dorsal; cansancio y aumento de las horas de sueño; pérdida de masa corporal; aparición de sangre en la orina e inflamación de la cara, las manos, los pies y las piernas.
Tipos de esta enfermedad
Los principales tipos de nefritis de acuerdo a la zona afectada o la causa son, según información de Tua Saúde.
- Glomerulonefritis, en la que la inflamación afecta principalmente a la primera parte del aparato de filtración, el glomérulo. Esta afección puede ser aguda o crónica.
- Nefritis intersticial o tubulointersticial. Esta inflamación ocurre en los túbulos de los riñones y en los espacios entre los túbulos y el glomérulo.
- Nefritis lúpica. Aquí la parte afectada también es el glomérulo y es causada por el Lupus Eritematoso Sistémico, que es una enfermedad del sistema inmunológico.
El desarrollo de estos padecimientos puede ser agudo o crónico. En el primer caso surge rápidamente debido a una infección grave, como hepatitis o VIH y, en el segundo, se desarrolla lentamente debido a lesiones más graves en los riñones.
El tratamiento de la nefritis, según los especialistas, está enfocado según la causa que lo esté originando. En el caso de nefritis por un proceso infeccioso bacteriano, los médicos recurren a la formulación de antibióticos durante varias semanas.
Cuando la enfermedad se produce por cuenta del consumo de algunos fármacos, la orientación médica será retirar aquellos que son responsables de esta situación; mientras que en el caso de enfermedades de origen autoinmune, el tratamiento puede concentrarse en la administración de un medicamento inmunosupresor, dicen los expertos.