Los riñones son dos órganos en forma de fríjol, que cumplen funciones clave para el organismo. Una de las más importantes es filtrar y mantener la sangre libre de productos de desecho provenientes de los alimentos que la persona consume.
De igual forma, estos órganos ayudan a regular la cantidad de agua y de electrolitos como el sodio y el potasio en la sangre, eliminándolos a través de la orina cuando estos se encuentran en exceso. Sin ese equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente, aseguran los expertos.
Debido a su crucial función, es necesario cuidar de ellos a través de la alimentación; expertos han señalado que es necesario evitar algunos alimentos y bebidas que puedan afectar la función de estos órganos si se consumen en exceso.
Una de las bebidas que más se recomienda evitar es el alcohol, pues es uno de los principales causantes de dañar diversos órganos, especialmente el riñón. Por otro lado, además de las bebidas alcohólicas, existe una bebida que se ha relacionado con un grave daño a los órganos: las bebidas azucaradas como las gaseosas, tanto dietéticos como normales.
De acuerdo con el National Institutes of Health (NIH), las gaseosas o refrescos tienen grandes cantidades de azúcar y en ocasiones reemplazan el consumo de agua natural, la cual es necesaria para mantener hidratados y en buen estado los riñones.
Por otro lado, los refrescos contienen ácido fosfórico, un ingrediente que está asociado con enfermedades renales, por lo que expertos aseguran que afectan directamente a quienes beben dos o más gaseosas o refrescos al día.
Hábitos para cuidar los riñones
“Los riñones sanos filtran alrededor de media taza de sangre por minuto, eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina”, precisa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos.
Dada su importancia, es recomendable tomar acciones tendientes a cuidar su salud. Una de las formas de hacerlo es tratando de prevenir enfermedades que los afectan, como la diabetes y la presión arterial alta; para lograrlo se debe cuidar la alimentación y practicar actividad física de manera regular.
Según información del Hospital Universitario San Ignacio, en su página web, para proteger a estos órganos es determinante mantener estilos de vida saludables, especialmente con la alimentación, pues esta influye de manera significativa en el funcionamiento de los riñones y de las demás partes del cuerpo.
“La dieta renal se puede definir como un equilibrio alimenticio en el que se regula el consumo de sal, grasas, proteínas, lácteos y bebidas que afectan de manera negativa la salud de los riñones”, precisa. En este sentido, algunas de las recomendaciones que brinda esta institución hospitalaria son, por ejemplo, comer frutas y verduras a diario, hidratarse constantemente, procurar tener hábitos saludables del sueño y controlar los niveles de azúcar.
También es importante no automedicarse y prestar especial atención al estado de la orina. Si es turbia, con espuma, con sangre o si la persona orina muy seguido, la recomendación es consultar al médico.
Por otro lado, en una publicación del sitio web de la Fundación Cardioinfantil - La Cardio, la nefróloga Alejandra Patricia Molano Triviño plantea otras recomendaciones como la práctica de actividad física, mantener una ingesta adecuada de líquidos saludables y no fumar.
Para la especialista, mantener en el rango indicado los niveles de azúcar en la sangre es determinante, pues la diabetes es la principal causa de falla renal y diálisis en el mundo, por lo que es relevante evitar su desarrollo o si la persona ya la tiene, mantenerla controlada. Cuando un individuo no sufre de diabetes, debe realizarse chequeos frecuentes de glicemia y de esta forma mantener controlada su glucosa.