Los riñones juegan un papel clave para gestionar y deshacerse de los desechos del cuerpo. Por esa razón, todos los padecimientos que afectan esos órganos tienen un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes.
En esa medida, es clave tener un estilo de vida que sea amigable con los riñones, prevenga afecciones y permita que sigan funcionando adecuadamente aún en edades avanzadas.
Eso sí, es clave tener en cuenta que hay algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de sufrir enfermedades en los riñones. De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, las personas que tienen otros padecimientos como la diabetes, la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas pueden ser más proclives a desarrollar complicaciones en sus riñones.
Otro factor de riesgo clave en ese sentido son los antecedentes familiares, pues pueden indicar la presencia de características genéticas que hace que una persona sea más susceptible a desarrollar estos padecimientos.
No obstante, la ciencia ha encontrado que hay algunos alimentos que pueden generar grandes beneficios para los riñones. De hecho, una investigación publicada en la revista científica Journal of Ethnopharmacology mostró que el perejil puede tener efectos benéficos en los riñones.
Entre otras cosas, advirtieron que esta hierba tiene efectos diuréticos, es decir, que incrementa la producción de orina, lo cual en sus justas proporciones favorece el bienestar de los riñones.
La investigación se hizo a partir del seguimiento a un grupo de ratas a las cuales les suministraron perejil. Luego, analizaron cómo se comportaban sus riñones y la frecuencia de su orina.
“Este trabajo proporciona evidencia sustancial del efecto diurético recomendado del perejil en la medicina popular y determina el mecanismo de acción de la hierba. Las ratas a las que se les ofreció un extracto acuoso de semilla de perejil para beber, eliminaron un volumen significativamente mayor de orina por 24 h en comparación con cuando bebían agua”, señalaron los autores del estudio.
Y advirtieron que los hallazgos que hicieron durante su trabajo estaban en consonancia con los resultados de otras investigaciones, las cuales mostraron un aumento en la producción de orina después de una exposición al perejil.
“El mecanismo de acción del perejil parece estar mediado por una inhibición de la bomba Na+-K+ que conduciría a una reducción en la reabsorción de Na+ (sodio) y K+ (potasio), lo que conduciría a un flujo osmótico de agua hacia la luz y diuresis”, advirtieron los investigadores.
Hábitos claves para mantener la salud de los riñones
Lo cierto es que la salud de los riñones no solo se puede mantener tomando té de perejil, pues hay un gran número de cuidados, hábitos y comidas que pueden mejorar la salud de estos órganos y reducir las probabilidades de que aparezcan enfermedades que deterioren su condición.
“Puede proteger sus riñones evitando o controlando los problemas de salud que producen daño de los riñones, tales como la diabetes y la presión arterial alta”, anotó el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
Esa entidad también señaló que es importante que se hagan pruebas de vez en cuando para verificar cuál es el estado de los riñones, pues su deterioro no presenta mayores signos durante las primeras etapas. Eso sí, advirtieron que le corresponde al médico definir cuándo es buen momento para practicar exámenes.
Asimismo, esa fuente médica indicó que hay algunas medidas alimenticias que se pueden tomar. Por ejemplo, es importante evitar los excesos de sal y reemplazarla con otras especias que les den sabor a las comidas.
“Gradualmente, disminuya el consumo de leche completa a leche al 2 por ciento hasta que tome y cocine con leche descremada o semidescremada y productos lácteos”, fue otro de los consejos que dio el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
También piden escoger alimentos bajos en grasas saturadas, sin azúcares añadidos y sin excesos de sodio.
También recomendó tener hábitos saludables: mantener un peso adecuado para la estatura, no fumar, no tomar alcohol, hacer ejercicio y mantener una buena hidratación.