De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el dolor de rodilla se puede presentar en personas de todas las edades. Este síntoma puede comenzar repentinamente ante una lesión o después de realizar ciertos tipos de ejercicio.

Así mismo, puede iniciar como una molestia leve y empeorar con el tiempo, por lo que siempre es recomendable acudir a un especialista médico para determinar las causas de la molestia y definir el tratamiento adecuado.

Algunas de las causas más frecuentes del dolor en la rodilla son el sobrepeso o el uso excesivo de la articulación. Por otra parte, las personas con antecedentes de artritis también son propensas a desarrollar este síntoma.

Según un artículo publicado en el sitio web especializado en salud Healthline, el dolor de rodilla debido a la inflamación de la articulación, la artritis o una lesión leve, usualmente, se soluciona sin necesidad de planes médicos rigurosos. Sin embargo, es importante definir en qué escala se encuentra dicho dolor y qué efectos tiene en el cuerpo para no correr riesgos innecesarios. En ese sentido, si el dolor se hace más intenso, resulta imperativo acudir a un especialista.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos detalla algunas afecciones médicas y lesiones que están asociadas al dolor e inflamación de la rodilla, por ejemplo: artritis, quiste de Baker, enfermedad de Osgood-Schlatter, infección de huesos de la rodilla, infección de la articulación, bursitis, dislocación y/o fractura de la rótula, síndrome de la banda iliotibial, desgarros, distensión muscular, esguinces, entre otras.

Una vez se haya aclarado la causa específica del dolor e inflamación de la rodilla en cada paciente, se puede proceder con un tratamiento adecuado en función de su caso específico y con el correcto asesoramiento médico.

¿Existen remedios caseros para reducir la inflamación de la rodilla?

La medicina alternativa ofrece posibles soluciones para varios tipos de enfermedades o lesiones. Por su puesto, la inflamación y el dolor de la rodilla hacen parte del listado. Sin embargo, como con cualquier otro remedio casero, resulta conveniente consultarlo previamente con un especialista para ejecutarlos con mayor seguridad.

Uno de los remedios caseros más populares tiene que ver con la aplicación de frío. Usualmente, luego de sufrir un golpe, algunas personas aplican compresas frías (con hielo), las cuales ayudan a aliviar el dolor y desinflamar, en este caso, la rodilla.

Cuando el dolor y la inflamación ocurren tras haber sufrido un golpe, es posible que los síntomas estén acompañados por hematomas, también conocidos como ‘moretones’. Esta reacción se produce cuando un golpe provoca que los vasos sanguíneos que se encuentran cerca de la superficie de la piel se rompan, lo que causa que una pequeña cantidad de sangre se filtre a los tejidos debajo de la piel, según explica la Clínica Mayo.

De igual manera, agrega que la recuperación puede acelerarse con la famosa técnica RICE (sigla en inglés equivalente a reposo, hielo, compresión y elevación):

  • Reposar la zona del moretón, si es posible.
  • Aplicar una compresa de hielo envuelta en una toalla sobre el moretón. Mantenerla sobre la zona entre 10 y 20 minutos. Este proceso se puede repetir durante los primeros días posteriores al golpe.
  • Comprimir la zona del moretón con una venda elástica, si está inflamada. No se debe ajustar demasiado.
  • Elevar la zona lesionada.

Otro remedio popular es el uso de paños húmedos calientes, sobre todo, en personas que sufren artritis o tendinitis recurrente. De acuerdo con un artículo publicado en el portal Onsalus, el objetivo del paño húmedo es aliviar los síntomas de tensión en la rodilla para optimizar el proceso inflamatorio, mediante la relajación de los tejidos articulares. El efecto de esta alternativa es contrario al de las compresas frías, las cuales ejercen una acción antiinflamatoria.

Finalmente, existe un remedio casero a base de cúrcuma —sugerido por el medio citado— que podría tener un efecto positivo para reducir la inflamación de la rodilla. Se trata de la cúrcuma, una especia de mostaza que suele utilizarse para condimentar la comida, sin embargo, también tiene propiedades medicinales.

Su modo de aplicación consiste en crear una pasta mezclando aceite de coco con cúrcuma, la cual puede estar rallada o en polvo. Una vez esté lista la pasta, se aplica en la rodilla y se hacen masajes con movimientos suaves. Posteriormente, se deja reposar durante 10 minutos y se retira con agua tibia.