La actividad física es una de las principales recomendaciones de los profesionales de la salud para conservar el bienestar físico y emocional, debido a que con el ejercicio se favorecen las funciones cerebrales y previene el daño de las partes del cuerpo.
No obstante, al momento de decidir seguir un plan de trabajo físico es importante consultar con los expertos en el tema, no solo para determinar la mejor rutina de acuerdo con las necesidades de cada persona, sino también para evitar fracturas u otras molestias que puedan derivarse de la práctica.
Entre las partes del cuerpo que pueden lesionarse durante la actividad física se lista la rodilla. Esta articulación, que une el hueso del muslo o fémur a la parte superior del hueso de la espinilla o la tibia, y que está compuesta por huesos, cartílagos, músculos, ligamentos y tendones, tienden a sufrir más lesiones a lo largo de la vida. Esto se debe a que la rodilla que soporta la mayor parte del peso del cuerpo, lo cual las hace más susceptible de lesionarse que otras articulaciones.
Ante esta situación es clave tener en cuenta ciertas medidas que pueden ser de gran ayuda, ya sea antes, durante o después de hacer ejercicio, pues una vez que las rodillas comienzan a resentirse, con el pasar de los años lo seguirán haciendo si no se fortalecen lo suficiente.
¿Cómo evitar lesiones en el entrenamiento?
Lo primero que se debe tener en cuenta es el estado de su salud física. Por lo tanto, es primordial que antes de comenzar a entrenar y forzar sus rodillas el paciente visite al doctor. De esta forma, se podrá evitar las patologías de rodilla y otras lesiones, ya que el especialista le indicará la mejor forma de empezar a fortalecer los músculos de las rodillas.
Por otro lado, los expertos de Smart Fit explican que hay que tener en cuenta que antes de cada entrenamiento es fundamental realizar rutinas de estiramiento y calentamiento, las cuales ayudarán a aumentar la circulación a nivel de los músculos y a reducir la tensión muscular. Esto con el objetivo de poder realizar una rutina de manera adecuada y sin riesgos de sufrir alguna lesión, pues de una u otra forma le estará brindando estabilidad y protección a cada una de sus rodillas.
Igual de importante es escoger adecuadamente el calzado que se usará durante la actividad física, pues de lo contrario podría generar un mayor impacto y carga en sus rodillas al momento de correr o caminar.
Sobre esa línea, otro de los aspectos a los que se debe prestar atención es la superficie en la que se practica el ejercicio. Como indica el centro de entrenamiento, el piso sobre el que se apoya la persona al hacer actividad física puede influir en el impacto que reciben las rodillas.
Lo recomendado es iniciar en superficies blandas, como el césped, la tierra o sobre los pisos blandos con los que por lo general cuentan los gimnasios. Esto con el objetivo de adaptar los músculos y los huesos al ejercicio, para luego poder pasar a una superficie más dura como el pavimento.
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Otras recomendaciones
Al realizar ejercicio con peso, se sugiere no usar demasiada carga, debido a que puede sobre-exigir a las rodillas y aumentar el riesgo de sufrir alguna lesión u otro tipo de afección.
El centro de entrenamiento también aconseja emplear elementos para proteger a las rodillas, como lo son las rodilleras. Estas pueden ser de gran ayuda ya que brindan un mayor soporte y estabilidad a la articulación.
Por su parte, la organización sin ánimo de lucro AARP, la cual vela por la protección de los adultos mayores, conforme se envejece se vuelve fundamental el cuidado de las rodillas para retrasar su deterioro natural, y en ello la actividad física es fundamental.
En caso de presentar algún dolor al realizar ejercicios como el trote o al correr, se recomienda reposar, aplicar hielo sobre la rodilla o elevar la pierna para aliviar la molestia. Si la molestia no mejora, lo preciso es acudir al médico para descartar una lesión.