El amor es uno de los sentimientos más complejos de describir, especialmente porque cada persona lo experimenta de maneras muy diversas. Desde la ciencia han tratado de definir los elementos que intervienen en la formación de este tipo de vínculos entre los seres humanos.

Se ha encontrado que es una experiencia que involucra lo emocional y lo físico, llegando incluso a alterar las hormonas presentes en el organismo. Por eso, no es de extrañar que los rompimientos sean una de las etapas menos agradables al tener una relación.

Terminar un vínculo sentimental puede generar muchos sentimientos de tristeza, dolor, desánimo y nostalgia. Asimismo, pueden experimentarse algunos efectos sobre el estado físico, debido a los cambios en el apetito, el cansancio y otros síntomas relacionados con la depresión.

Sin embargo, hay que entender que aunque en algunos casos puede demorar más que en otros, no es una situación eterna y con el tiempo llega el momento en el cual ya todo está superado. La llamada ‘tusa’ es un proceso, una montaña rusa de sentimientos que empieza en la lamentación, llega a la cúspide del odio y el resentimiento, y desciende paulatinamente hacia el perdón y el olvido.

Triste deprimida cansada solitaria divorciada madre enferma mujer madura sintiéndose mal, malsana, sufriendo de crisis de mediana edad en el encierro, distancia social | Foto: Getty Images

¿Qué pasa en la persona cuando hay una ruptura amorosa?

De acuerdo con el especialista Leonardo Palacios, médico neurólogo adscrito a Colsanitas, “cuando sucede una ruptura amorosa, se activan algunas áreas del cerebro a causa del choque emocional, específicamente la corteza cingulada anterior, que tiene la función de procesar información relacionada con el dolor. Durante una pérdida, esta parte del cerebro interpreta esas emociones negativas y las convierte en dolor físico, que puede ser muy similar al que se experimenta durante una fractura”.

A nivel psicológico, existe una fuerte similitud entre el duelo por el fallecimiento y una ‘tusa’, debido a que se experimenta la pérdida de alguien importante. Es por esta razón que se entra en una etapa de duelo, que cada persona afronta de diferente manera.

Las etapas de la ‘tusa’

1. La depresión (muerte en vida): es la etapa en la que la persona se ahoga en su propio llanto y siente que carga una gigantesca nube negra. Es una de las etapas más duras de la ‘tusa’ en las que buscas releer recuerdos.

2. Negación: en esta etapa la persona sonríe ante los demás, pero cuando está de vuelta en la realidad se da cuenta de que sigue pensando en esa persona con la que acaba de romper. Es este el punto en el que cada que suena el celular, ya sea por una llamada o mensaje, y se desea que sea él/ella.

3. Ira y resentimiento: se ha cansado de llorar, acá se refiere al ex en forma despectiva o con palabras ofensivas. El rencor acompaña los días. El dolor de la etapa uno se tornó en odio y ese alguien que terminó la relación se convertirá en el responsable, por un buen tiempo, de todo lo malo que pase en la vida.

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4. Negociación: en esta etapa llega el momento de pensar. Visos de sensatez alumbran de nuevo en la vida. La persona se vuelve a arreglar otra vez, a buscar de nuevo a los amigos. Empieza a salir de ese mundo oscuro.

5. Prueba superada, aceptación: y es así como, de repente, siente que el dolor se fue de su vida y es hora de comenzar otra vez. Empieza a mirar la vida desde otro punto de vista.

En caso de requerirlo, se aconseja acudir a un psicólogo profesional para poder avanzar en el proceso de superar la ‘tusa’, sobre todo cuando el vínculo revestía de gran fortaleza.