Tener una piel radiante es sinónimo de bienestar, además de ser uno de los deseos más recurrentes después de los 30 años. Este es el órgano más grande del cuerpo y, a su vez, uno de los más importantes. A parte de lo estético, también funciona como barrera protectora contra agentes externos, filtrando lo que resulta dañino para el organismo y tomando lo bueno, según el portal Mejor con Salud.
Julia Benedetti, médica de Harvard Medical School, señala que la piel conserva las sustancias químicas y los nutrientes del cuerpo, a la vez que evita la penetración de sustancias peligrosas en el organismo y actúa como escudo protector de los rayos ultravioletas emitidos por el sol. Además, los pliegues, el color y la textura contribuyen a identificar las características individuales. Cualquier alteración en el funcionamiento o en el aspecto de la piel pueden tener consecuencias importantes en la salud física y mental.
Su problema recae en que está constantemente expuesta a factores que pueden deteriorarla, como la contaminación, el sol, el tabaco y los malos hábitos alimentarios. Por esta razón, es fundamental cuidarla con algunas rutinas, además de productos que permitan hidratarla, nutrirla y darle una apariencia saludable.
Consejos para tener una piel radiante
Proteger la piel del sol
- La exposición al sol es uno de los factores que puede comprometer de manera significativa la salud de la piel. La radiación ultravioleta (UV) puede causar efectos dañinos como el envejecimiento prematuro, que suelen manifestarse a través de las manchas, la flacidez y las arrugas.
- Por esta razón, se debe incluir en la rutina de belleza diaria el uso de protector solar. Una investigación realizada por el Dr. Bens, citada en el portal PubMed.gov, afirma que los protectores solares son eficaces en la prevención de quemaduras solares y esenciales para la evitar el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
- Lo ideal es usarlo hasta en los días más nublados. Además, se puede complementar su uso con otros cuidados básicos como la utilización de gafas de sol y sombreros que permitan proteger la piel del sol.
Alimentación saludable
- De acuerdo con un estudio realizado por un equipo del Baylor College of Medicine (Texas), ciertos nutrientes, alimentos o patrones dietéticos pueden ser detonantes de enfermedades cutáneas.
- Por eso, asegurar una ingesta adecuada de micro y macronutrientes esenciales puede contribuir a prevenir ciertas afecciones y signos prematuros del envejecimiento. Además, ayuda a mantener la dermis con un aspecto hidratado.
En la dieta se debe incluir:
- Frutos secos y semillas.
- Carnes magras y pescados.
- Agua.
- Gran cantidad de frutas y vegetales.
- Cereales integrales.
- Legumbres
Se recomienda evitar:
- Dulces y azúcares agregados.
- Embutidos y productos ultraprocesados.
- Productos de pastelería industrial.
Mantener una rutina de limpieza
- Adoptar una rutina de limpieza diaria implica lavar el rostro con productos específicos para cada tipo de piel y, sobre todo, desmaquillarse antes de ir a dormir. Durante el día, la piel tiene contacto con toxinas y suciedad que a medida que pasa el tiempo van causando deterioro.
- Además, los residuos de maquillaje pueden obstruir los poros e incidir en la aparición de granitos e imperfecciones. Por eso, lo ideal es limpiarla dos veces al día, por la mañana y por la noche, y emplear productos exfoliantes una o dos veces a la semana.
Dormir bien
- Descansar y dormir bien son actividades esenciales cuando las personas buscan mantener la piel radiante.
- Una investigación realizada por un equipo de la Case Western University (Estados Unidos) expone que existe una relación entre una mala calidad del sueño, los signos aumentados del envejecimiento y la disminución de la función de barrea cutánea.