La gastritis es una afección que se da cuando las paredes del estómago se inflaman, esto puede darse por algunos alimentos, estrés extremo, medicamentos, consumo excesivo de alcohol o una bacteria conocida como Helicobacter pylori, según reseña una publicación realizada por MedlinePlus, portal web alimentado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Dependiendo de su gravedad, la gastritis puede durar poco tiempo cuando es aguda, mientras que cuando es crónica puede durar incluso años. Por lo general, las personas que sufren de gastritis pueden tener síntomas como inapetencia, náuseas, vómito, dolor en la parte superior del estómago y acidez en la boca del estómago.
Uno de los remedios naturales más recomendados es tomar aloe vera, esto de acuerdo con el estudio Effect Of Orally Consumed Aloe Vera Juice, de Jeffrey Bland, Ph.D. Linus Pauling del Instituto de Ciencia y Medicina, en el que se asegura que el jugo de aloe ayuda a mejorar la digestión, aliviar la gastritis y el síndrome de colon irritable.
Beneficios del aloe vera
1. Alivia las mucosas inflamadas: el aloe vera ayuda a reducir la inflamación por lo que logra bloquear la síntesis de las prostaglandinas. Elementos que imprimen la sensación de dolor. Además, la acción antiinflamatoria ayuda a cicatrizar los tejidos.
2. Es antibacteriano: como se mencionó anteriormente, una de las causas de la enfermedad son las bacterias. Al ser antibacteriano el aloe vera combate microorganismos que se forman allí. Esta infusión podría reducir y bloquear el crecimiento de la bacteria, Helicobatcer pylori.
3. Combate molestias intestinales: es común que durante las crisis gástricas las personas sufran molestias intestinales como gases, sensación de hinchazón entre otras cosas. Por ello, el aloe vera y sus propiedades antiinflamatorias y digestivas ayudarán a mejorar dichas afecciones.
Actualmente, existen diversos remedios tanto naturales como químicos que ayudan a mejorar esta afección. Por otro lado, algunos cambios en el estilo de vida y la alimentación pueden contribuir en el manejo de la acidez estomacal o, en su defecto, en la prevención de esta dolencia.
- No irse a dormir con el estómago lleno: comer por lo menos tres o cuatro horas antes de irse a dormir es clave, pues esto le da al estómago la oportunidad de vaciarse y reduce las probabilidades de tener acidez.
- No comer demasiado: Disminuir el tamaño de las porciones a la hora de la comida, o comer de cuatro a cinco pequeñas comidas al día en vez de tres grandes puede marcar la diferencia.
- Comer despacio: un consejo muy básico que sugiere la entidad es descargar el tenedor o la cuchara sobre el plato entre los bocados, de esta forma la persona poco a poco entiende que cada bocado de comida debe ser muy bien masticado y lleva su tiempo.
- Vestirse con ropa holgada: la ropa apretada o los cinturones muy ajustados pueden desencadenar la acidez estomacal.
Cabe resaltar que también existen otras condiciones médicas que también pueden incidir, como el embarazo, la hernia de hiato (cuando el estómago se sube al pecho), la enfermedad de reflujo gastroesofágico y el uso de ciertos medicamentos, especialmente los medicamentos antiinflamatorios y la aspirina.
Por ello, se recomienda acudir a un médico de confianza antes de probar algún remedio.