La sábila es una planta que produce dos sustancias que se usan en productos para el cuidado de la salud: un gel transparente y un látex amarillo. Por lo general, las personas utilizan el gel transparente de la sábila de forma tópica en cremas y ungüentos para tratar quemaduras, la psoriasis e incluso el acné, mientras que otros prefieren tomar el gel vía oral para tratar ciertas afecciones. Mientras que el látex de sábila, que es un laxante, se consume para tratar el estreñimiento, según Mayo Clinic.
Hay que señalar que mientras el gel de sábila suele ser seguro si se lo usa según lo recomendado, el uso oral del látex de sábila presenta ciertos problemas de seguridad. De hecho, tomar 1 gramo de látex de sábila por día durante varios días puede provocar daño renal y podría ser mortal.
Por su parte, el aloe vera tiene unas propiedades nutritivas excepcionales, algo que ahora ha convertido esta planta en un cultivo con mucho futuro, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Es preciso mencionar que el aloe vera también ayuda a mejorar la salud tanto hepática como gastrointestinal. La limpieza del hígado se ha convertido en una necesidad para las personas debido a que en el organismo se acumulan muchas toxinas. De acuerdo con el portal especializado Mejor con Salud, a pesar de que solo es necesario mantener una dieta saludable y buenos hábitos de vida, existen quienes prefieren hacer una limpieza.
Por ello, los especialistas recomiendan ingerir un batido de aloe vera que además de estimular la limpieza hepática puede ser un apoyo para quienes tratan desinflamar su área abdominal y perder peso. La riqueza de nutrientes de la planta ayuda a mejorar los procesos digestivos y a mantener buena salud en general.
Para preparar el batido se necesita 1 tallo de sábila, el zumo de un limón, un puñado de hojas de menta, 1 cucharada de cúrcuma y medio litro de agua. Se debe pelar el tallo de la sábila y extraer el aloe, luego se pone en la licuadora junto con el jugo de limón, un poco de menta y cúrcuma. Se agrega agua y se deja batir hasta que todos los elementos queden integrados.
Frutas que cuidan la salud del hígado:
Hay una amplia variedad de frutas que contribuyen en la limpieza del hígado y los riñones. La sandía, por ejemplo, es una de las frutas más ricas en agua, lo que le permite ayudar con este propósito, aunque previo a su consumo se debe tener en cuenta que tiene importantes contenidos de azúcar, por lo que si la persona sufre de esto es mejor que consulte a un médico de cabecera antes de incluirla en la dieta.
Las manzanas y los arándanos también contribuyen a estos órganos. Comer una manzana al día ayuda al hígado y, además, mejora el tránsito intestinal mientras que los arándanos son antioxidantes, mejorando el aspecto de la piel y rejuveneciendo a los órganos.
La toronja y el melón también son ricos en antioxidantes. La primera además de contener estos compuestos químicos también tiene vitamina C, lo que permite fortalecer las defensas del organismo y ayuda a evitar enfermedades. En el caso del melón, su consumo es positivo, ya que contiene vitamina A, hidrata el cuerpo desde su interior y le hace muy bien a los riñones.
Por último, están la piña y el limón. La piña contiene bromelina, una sustancia que ayuda a purificar y reducir la inflamación tanto de los riñones como del hígado. El segundo, comúnmente usado en gran cantidad de recetas, ayuda a la estimulación de la secreción biliar ayudando a metabolizar las grasas y previniendo las inflamaciones del hígado y la vesícula. El zumo de limón puede consumirse en ayunas para eliminar las toxinas del hígado y los riñones.