Una persona produce casi 1.5 litros de saliva en su vida diaria. Este líquido es importante para humedecer los alimentos, tragarlos y ayuda a eliminar gérmenes de la boca.
“La saliva ayuda a prevenir las caries dentales, ya que neutraliza los ácidos producidos por las bacterias, limita el crecimiento bacteriano y elimina las partículas de comida. La saliva también mejora la capacidad de sentir el gusto y facilita tanto la masticación como la deglución. Además, las enzimas contenidas en la saliva ayudan a la digestión”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
En algunos casos, hay personas que producen más saliva de lo normal. La hipersalivación, también conocida como sialorrea, no es una enfermedad, sino que es el síntoma de una enfermedad subyacente. De acuerdo con el portal especializado en salud Medical News Today, “demasiada saliva puede causar problemas al hablar y comer, al igual que labios agrietados e infecciones de la piel. La hipersalivación y babeo también pueden causar ansiedad social y disminuir la autoestima”.
Según sea la causa de esta afección, la solución puede variar. En algunos podría ser terapia del habla, a través de una postura y control de la cabeza. En otros podría ser la receta de medicamentos para disminuir la producción de saliva. “Se pueden usar medicamentos anticolinérgicos, aunque tienen una variedad de efectos secundarios, incluyendo somnolencia, inquietud, irritabilidad, retención urinaria, estreñimiento y enrojecimiento. El tratamiento también puede incluir un betabloqueador o toxina botulínica (Botox)”, explica el portal web especializado.
Otras soluciones para la salivación excesiva son opciones caseras, como tomar mucha agua, la cual puede disminuir la producción de saliva, cepillarse los dientes y utilizar enjuague bucal, etc.
Babeo
En los bebés y los niños pequeños es común el babeo. Este puede empeorar con alergias y resfriados. Algunas infecciones también puede causarlo:
- Mononucleosis.
- Absceso periamigdalino.
- Amigdalitis estreptocócica.
- Infecciones sinusales.
- Amigdalitis.
- Alergias.
- Pirosis o ERGE (reflujo).
- Intoxicación (especialmente por plaguicidas).
- Embarazo (puede deberse a efectos secundarios de embarazo como náuseas o reflujo).
- Reacción al veneno de serpientes o insectos.
- Adenoides inflamadas.
- Uso de ciertos medicamentos.
- Esclerosis lateral amiotrófica o ELA.
- Parálisis cerebral (PC).
- Síndrome de Down.
- Esclerosis múltiple.
- Mal de Parkinson.
- Accidente cerebrovascular.
Sequedad de la boca
Esta afección también es conocida como xerostomía. Se caracteriza porque las glándulas salivales de la boca no producen la cantidad suficiente de saliva para mantener la boca húmeda.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala las diferentes causas de este trastorno.“La boca seca no es una parte normal del envejecimiento. Las causas pueden ser algunas medicinas, radioterapia, quimioterapia y daños a los nervios. Algunas enfermedades como los trastornos de las glándulas salivales, el síndrome de Sjögren, VIH/SIDA y diabetes también pueden causar sequedad bucal. El tratamiento depende de la causa”.
Mayo Clinic señala los síntomas de esta afección:
- Sequedad o una sensación de viscosidad en la boca.
- Saliva que se siente espesa y fibrosa.
- Mal aliento.
- Dificultad para masticar, hablar y tragar.
- Dolor de garganta o garganta seca y ronquera.
- Lengua seca o con surcos.
- Problemas para usar dentaduras postizas”.
Mal aliento
El mal aliento, también conocido como halitosis, es un problema que puede provocar vergüenza y ansiedad en las personas. Según Medline Plus, hay varias causas de esta afección:
- No cepillarse correctamente.
- Fumar.
- Absceso dental.
- Cirugía gingival.
- Caries dental.
- Prótesis dentales.
- Consumir determinados alimentos como repollo, ajo o cebollas crudas.
- Café y una dieta no muy bien balanceada en el pH.
- Objeto atorado en la nariz (generalmente sucede en niños).
- Enfermedad de las encías (gingivitis, gingivoestomatitis, GUNA).
- Diente impactado.
- Mala higiene dental.
- Amígdalas con grietas o criptas profundas y gránulos de azufre.
- Sinusitis.
- Infección de la garganta.
- Tabaquismo.
- Suplementos vitamínicos (especialmente en grandes dosis).
- Algunos medicamentos, incluyendo inyecciones de insulina, triamtereno y paraldehído.
Enfermedades como:
- Mucositis ulcerativa, necrosante y aguda.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
- Insuficiencia renal aguda.
- Obstrucción intestinal.
- Bronquiectasias.
- Insuficiencia renal crónica.
- Cáncer esofágico.
- Fístula gastroyeyunocólica.
- Encefalopatía hepática.
- Cetoacidosis diabética.
- Infección o absceso pulmonar.
- Ocena o rinitis atrófica.
- Enfermedad periodontal.
- Faringitis.
- Divertículo de Zenker.