Es natural que las personas siempre busquen que sus relaciones interpersonales o humanas sean de calidad. Se trata de relaciones que permiten intercambiar sentimientos, conocimientos y experiencias a través de una buena comunicación.
Sin embargo, no siempre fluyen como deberían hacerlo porque es posible que alrededor haya individuos tóxicos, que se quejan todo el tiempo, no están conformes con nada, a los que todo les parece mal y que parece siempre estar peleándose con el mundo.
El portal Psicopedia indica que esto no sería un problema si se quedara en el ámbito personal de quien muestra estas actitudes. La dificultad se presenta cuando lo que hacen o dicen estas personas afecta a los demás tanto emocional como físicamente.
Dado que las relaciones sociales se dan en virtud de la necesidad de convivencia, la carencia o inestabilidad de las mismas da lugar a situaciones desagradables, frustraciones, conflictos e incluso perturbaciones psicológicas, precisa un artículo del portal Psicología Online.
Por ello, cuando la relación que las personas tienen con un amigo, una pareja o un compañero de trabajo se convierte en una de sus principales preocupaciones, lo mejor es alejarse, indica un artículo publicado en diario El Confidencial, de España.
Por esta razón es importante aprender a identificar los individuos que resultan “tóxicos” en el círculo social y tratar de evitarlos. Estos son algunos de los tipos de personas que pueden influir de manera negativa en el día a día.
Envidiosas
Las personas envidiosas siempre desean lo que tienen otras y ellas no pueden tener, por lo que nunca se alegrarán de que a los otros les vayan bien. Esta situación no es saludable ni para la persona que es víctima ni para el envidioso, y detrás de la envidia siempre hay una autoestima baja, frustración y dolor, precisa el portal Psicología y Mente.
“A este tipo de individuo le encanta centrarse en sí mismo, piensa que son lo único que importa y que las personas deben girar a su alrededor, incluso usted. Su interés individual lo pondrá por encima de cualquier otra cosa que no sea él o ella y esto puede hacer que pase por encima de personas cercanas”, asegura este sitio web.
Mentirosas
Cuando las personas son mentirosas, es difícil saber cuándo dicen la verdad y muchas veces esto se convierte en un mecanismo de supervivencia. Esto puede generar desconfianza e inseguridad respecto a la relación que se tiene con aquel individuo. Para tener tranquilidad mental es mejor rodearse de personas sinceras y que sean honestas, que generen confianza y con las cuales se pueda hablar sin temor a ser engañados o manipulados.
Manipuladoras
Los manipuladores roban tiempo y energía de las personas bajo la fachada de que “no pasa nada malo”. Tienen la facilidad para convencer incluso en aquellos temas que a la persona no le convienen o con los que no está de acuerdo, sin importar las consecuencias negativas que pueda traer una situación. Según los expertos, los manipuladores detectan las debilidades ajenas, no se detienen hasta que consiguen lo que desean, son insaciables y quieren tener siempre el control.
Egoístas
Las personas egoístas no quieren compartir nada con los demás, pero cuando algo les interesa se muestran agradables. Estas personas, según los especialistas, pueden aparentar ser amigos, pero su único objetivo es obtener algo a cambio. No son transparentes y tarde o temprano, sacarán a relucir su verdadera personalidad.
Chismosas
Este tipo de individuos cree que con ventilar la vida de los demás ampliarán su círculo social y atraerán mayor atención. Son personas que pueden generar muchos problemas, pues, al contar la vida y pensamientos de los demás, podrían cometer alguna imprudencia y generar inconvenientes por cosas que no son reales.
Sociópatas
Los sociópatas son aquellas personas que no muestran empatía por otros ni remordimientos por sus acciones, y aunque tengan un temperamento normal, su formación personal puede llevar a que en ocasiones se involucren situaciones de violencia. Pueden parecer encantadoras al conocerlas, pero a la larga muestran comportamientos negativos que afectan a quienes están en su entorno, entre otras cosas, porque no ven a los demás como sus iguales y por consiguiente no empatizan, asegura el sitio web Psicología y Mente.