El sarro dental es el resultado de una acumulación bacteriana en nuestra cavidad oral, es también conocido como cálculo dental y en algunos lugares se le llama tártaro.
De acuerdo con la información que recoge el sitio web Dental Cervantes, el sarro es la calcificación de la placa bacteriana en nuestras encías y dientes.
Causas del sarro dental
Una de las causas de la formación del sarro dental es la acumulación de restos de alimentos en la cavidad bucal, que al mezclase con las bacterias que tenemos en la boca, forman la placa dental, que más adelante se calcifica.
La placa bacteriana se presenta como una capa transparente de fino grosor, sobre la que se depositan las bacterias.
Si esta no se elimina de los dientes y encías, posteriormente se acaba calcificando y produciendo el sarro dental. Al mezclarse la placa con los minerales presentes en la saliva, reaccionará formando una costra dura que se calcifica, formando luego el sarro, generalmente entre las uniones de dientes y encías.
Tipos de sarro
En general, se pueden clasificar en dos los tipos de sarro, dependiendo de su ubicación.
- Subgingival: Es el sarro que se forma debajo de las encías, tiene color marrón y se adhiere con fuerza a la raíz de los dientes.
- Supragingival: Es el que se encuentra por encima de la encía, depositado en el cuello del diente y normalmente presenta una coloración más clara, aunque eventualmente muestre otro tono, dado que alimentos como el té o el café, o incluso el tabaco, pueden pigmentarlo.
La velocidad con la que se forma el sarro dental dependerá de varios factores, como la calidad del cepillado, el pH de la saliva y la falta de piezas dentarias que dificulten el cepillado.
Igualmente, actividades como la respiración por la boca pues quienes lo hacen de esa manera tienden a tener encías más inflamadas y desarrollar el sarro de forma más rápida.
Seis formas de eliminar el sarro
De acuerdo con el portal Cuerpo Menta, al interior de nuestra boca viven cerca de 500 especies distintas de bacterias, que deben ser eliminadas tras el cepillado. Cuando esto no ocurre, es cuando se mezclan con la placa y forman el sarro, que tiene un 75 por ciento de contenido mineral.
De acuerdo con el portal, la eliminación del sarro debería hacerse al menos una vez cada año en el odontólogo, pues de lo contrario su presencia bajo las encías podrá causar daños tanto a las mismas encías como a los dientes y de forma a veces irreversible.
El procedimiento se realiza por medio de un aparato de ultrasonidos e instrumentos manuales y no implica daños ni molestias notables para los dientes, solamente cierta sensibilidad al frío, al calor o a los ácidos, pasadas unas horas del proceso.
Los siguientes hábitos son fundamentales para prevenirlo o eliminarlo una vez que se encuentra en la cavidad bucal:
- Cepillarse los dientes después de cada comida.
- Usar hilo dental en las noches, para una buena higiene interdental.
- Comer equilibradamente.
- Evitar a toda costa el cigarrillo, no fumar.
- Realizar al menos una visita anual al dentista para prevenir problemas con el sarro. Hay que tener en cuenta que la enfermedad periodontal es silenciosa y solo se detecta en las revisiones dentales.
- Utilizar enjuagues bucales de álamo negro, que arrastran el sarro y los restos alimentarios en putrefacción, de los espacios interdentales.