La salud dental suele deteriorarse por la falta de higiene, pero también por una alimentación inadecuada.
Esto se debe a que cuando se come “no solo se alimenta el organismo, también todas las bacterias beneficiosas y nocivas que viven en la boca”, tal como lo asegura Mark Wolff, decano de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania.
Ahora bien, más allá de que la higiene bucal sea un componente estético, se debe tener en cuenta que la boca es la puerta de entrada para el proceso de la digestión, que es trascendental al momento de mantener un desempeño del cuerpo equilibrado.
Una de las afectaciones más comunes que se presenta en los dientes es el sarro. Las consecuencias más graves de tenerlo pueden llegar a ser muy dolorosas. Frente a esto, Colgate explica que el sarro, también llamado cálculo o tártaro dental, “es la placa bacteriana que se ha endurecido sobre sus dientes debido al depósito de minerales sobre la placa bacteriana. También se puede formar en el borde de las encías y debajo de ellas y puede irritar los tejidos gingivales”.
También señalan que el sarro proporciona a la placa una superficie más extensa donde crecer y más pegajosa donde adherirse, lo cual deriva en afecciones más graves como caries y enfermedades de las encías.
De acuerdo con el portal Cuerpo Mente, al interior de nuestra boca viven cerca de 500 especies distintas de bacterias, que deben ser eliminadas tras el cepillado. Cuando esto no ocurre, es cuando se mezclan con la placa y forman el sarro, que tiene un 75 por ciento de contenido mineral.
Así las cosas, para eliminar este problema de salud oral, es importante acudir al odontólogo para determinar un tratamiento que ayude a tumbar y eliminar por completo el sarro de los dientes. Asimismo, es importante prestar atención a la higiene oral y hacerla correctamente para eliminar las bacterias que se alojan en la cavidad oral.
Por otra parte, la revista Mejor con Salud indica que los enjuagues de aceites, que es método de curación de la cultura ayurvédica de la India, son esenciales para combatir la placa bacteriana. Según varios estudios mencionados por la revista, este ingrediente permite limpiar la dentadura y tratar problemas bucales, pero a su vez ayuda a sacar toxinas al exterior y limpiar la boca en profundidad, así como a eliminar placas.
Del mismo modo, este tipo de enjuagues también están indicados en casos de infecciones de la boca, como problemas de las encías, placa dental y gingivitis. También, según los expertos, pueden usarse para otros problemas del organismo en general, de acuerdo con información de los estudios señalados anteriormente.
Entre los aceites más usados están los de girasol, de coco o de sésamo de primera presión en frío. A continuación, Mejor en Salud indica cómo realizarlos:
Ingredientes:
- Aceite de girasol, de sésamo o de ajonjolí de primera presión en frío.
- Aceite de coco.
- Si se tiene en casa aceite de oliva, también puede ser útil.
Preparación: en primer lugar, se debe poner una cucharada de aceite de girasol o de sésamo en la boca y removerlo durante aproximadamente 10 minutos cada mañana, en ayunas y antes de comer, beber o lavarse los dientes. Es importante tener en cuenta que no son gárgaras, sino enjuagues; por lo que no se debe tragar el aceite después de haberlo usado, sino escupirlo. Posterior a ello, se debe enjuagar bien con agua y si se desea, se debe lavar los dientes. También es importante beber después uno o dos vasos de agua, pero en ningún caso se debe tragar el aceite.