El ajo se ha convertido en un ingrediente clave en las recetas saludables, gracias a que es uno de los alimentos con más propiedades demostradas. Es utilizado, por lo general, en muchas patologías relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo, como presión alta, colesterol elevado, enfermedades de las arterias coronarias, ataques al corazón y la arteriosclerosis.

Se trata de un alimento nutritivo, que contiene minerales como el manganeso, selenio, calcio, cobre o potasio y vitaminas B6 y C, tiene pocas calorías y se aconseja incluirlo en el marco de una dieta equilibrada.

Pero existen dudas sobre si es recomendable consumirlo crudo, por lo que el portal Gastrolaweb, tiene las siguientes ventajas:

Mejora la inmunidad: El portal resalta que este puede disminuir la inflamación y estimular la función inmunológica, debido a que es un alimento rico en antioxidantes y compuestos que se componen por azufre, entre otras cosas.

Ayuda a la salud del corazón: Este podría reducir la presión arterial y hacer caer los niveles de colesterol para apoyar la salud del corazón.

Controlar los niveles de azúcar: Esto se puede potenciar particularmente si se come en ayunas. Además mejora el control de azúcar en la sangre, lo que es bueno para quienes padecen diabetes tipo 2.

Entre las desventajas de consumirlo crudo está:

En esta presentación tiene un sabor y un olor mucho más fuerte, además que puede afectar a quienes padecen de reflujo gastroesofágico.

¿Cómo usarlo para limpiar las arterias de manera natural?

El sistema circulatorio es una red de arterias y vasos sanguíneos. Estos tubos transportan la sangre oxigenada a través del cuerpo, alimentando todas sus funciones. Luego, cuando el oxígeno se agota, se exhala dióxido de carbono de los pulmones, entonces se inhala y más sangre rica en oxígeno llega a los pulmones. Mientras tanto, las venas llevan sangre con desechos, al tiempo que las arterias llevan la sangre limpia.

Healthline señala que mientras esos vasos sanguíneos estén limpios y despejados, la sangre puede fluir libremente. Sin embargo, a veces se acumulan pequeñas obstrucciones dentro de los vasos, a lo que se le conoce como placas que se desarrollan cuando el colesterol se adhiere a la pared de la arteria. Por esta razón, es importante cuidarlas y mantenerlas en buen estado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los problemas relacionados con la alimentación, los cuales van en aumento, y uno de los que está demostrando un crecimiento más rápido es el colesterol alto, el cual representa una de las grandes preocupaciones por la comunidad médica, ya que este problema se acumula en las arterias, produciendo ateroesclerosis, una dolencia que hace que se reduzca el flujo sanguíneo en el organismo.

La arteriosclerosis aparece cuando la grasa obstruye las arterias, impidiendo el paso regular del flujo sanguíneo, lo que puede generar complicaciones graves como derrames y ataques cardíacos. Entre sus causas están: presión arterial, tabaquismo, sedentarismo, colesterol alto, dietas ricas en grasas, diabetes y sobrepeso, según el portal EConsejos.

Mayo Clinic señala que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos que, con el tiempo, crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. Además, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo, que a futuro puede causar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

En ese sentido, quienes padecen ese tipo de problemas, pueden utilizar el ajo para cuidar su salud.

Para esto, se requieren cuatro limones, cuatro cabezas de ajo y tres litros de agua hervida. Para hacerlo se deben pelar los ajos, y se deben cortar los dientes a la mitad.

Después de esto, se deben lavar y secar los limones, quitarles la cáscara y picarlos. Más adelante, en un recipiente se deben poner los ingredientes y mezclarlos hasta que se incorporen y se dejan reposar por tres días dentro del refrigerador.

Para consumirlo, en los primeros días se toma una cucharada grande, media hora antes de la principal comida del día, y si no se ven efectos secundarios, se puede subir la dosis a dos cucharadas.

Esto se debe hacer por 40 días, y solo es recomendable una vez al año. Sin embargo, es importante consultar al médico antes de iniciar este procedimiento.