La mayoría de personas por lo general viven acompañadas de la música cuando están en su trabajo, de camino a la casa, cuando hacen aseo o simplemente lo utilizan como un analgésico para conciliar el sueño. La música es capaz de despertar emociones muy profundas y diferentes estados de ánimo. De hecho, el llamado “Efecto Mozart” recobra una gran importancia en la salud y bienestar de un bebé al nacer.
De este modo, la música es un arte poderoso que inspira, alimenta, estimula la creación y la transformación del ser humano. Así mismo, el tipo de música que se escucha también permite impulsar algunos comportamientos que benefician la salud.
La revista Women’s Health dio a conocer un estudio publicado en The Journal of the Academy of Marketing Science, el cual analizaba la relación entre la música y la alimentación, y determinaron que existen canciones que pueden llegar a influir en lo que se come. Por ejemplo, si se escucha una canción lenta y con un volumen bajo, es posible optar por alimentos más saludables; de este modo, ocurre lo contrario si se escucha música rápida.
Ahora bien, la música también influye en el rendimiento del ejercicio que se realiza. Women’s Health señala que un experimento que Brunel University (Londres), analizó cómo los BPM, es decir, la velocidad de una canción, podían guiar un entrenamiento para ser más efectivo. Por lo que los expertos recomiendan “los tracks de unos 120 BPM para un calentamiento aeróbico, los de 110-128 para ejercicios de fuerza, y los de 160, para entrenamiento cardiovascular”.
Otro estudio que comprueba la efectividad de la música en las personas que quieran bajar de peso, es un estudio hecho en la Facultad de Psicología de la Universidad Fairleigh Dickinso, el cual hizo un seguimiento a un grupo de mujeres con sobrepeso y obesidad durante 24 semanas. Los participantes estuvieron en un tratamiento basado en dieta, ejercicio y terapia grupal. La única diferencia fue que la mitad de las mujeres se les pidió que incrementaran a este tratamiento escuchar musuca de su agrado.
Como resultado, se evidenció que el grupo que escuchaba música perdieron el doble del peso y grasa que los que no la escucharon. Según los investigadores del estudio, cuando la mente se enfrenta al ejercicio de forma diferente, eso potencia los resultados, de modo que cada momento de la vida tiene una playlist específica.
Otros beneficios que otorga la música a la salud
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, la música mejora las habilidades visuales y verbales. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology en 2013 concluye que la música puede estimular el cerebro de los niños y “ayuda a mejorar sus habilidades comunicativas, específicamente las visuales y verbales”. De hecho, los niños que practican lecciones interactivas con la música, ganan mayor confianza, sonríen mucho más y su comunicación es mucho más eficiente.
A su vez, la música disminuye el desgaste del cerebro, lo cual permite mantener el cerebro sano en la edad adulta y vejez. “Incluso personas que ya presentan un cierto daño cerebral pueden recuperar parcial o totalmente algunos recuerdos y procesos neurológicos aprendidos con ayuda de sonidos o música muy rítmica” asegura Mejor con Salud.
La música también influye en el estado de ánimo, pues aporta mayor felicidad cuando las canciones que se escuchan son muy rítmicas; no obstante, esto puede cambiar cuando se escucha música más suave, pueden llegar a generar tristeza o tranquilidad.
Así mismo, otro beneficio de la música es que ayuda a proteger el corazón. Mejor con Salud relaciona un estudio que se llevó a cabo en el Massachusetts General Hospital, en el cual se encontró que los pacientes que escuchan al menos 30 minutos de música al día tienen niveles estables de presión sanguínea, palpitación del corazón normal y menos estrés que quienes no escuchan música.