La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento que se da cuando las neuronas no producen la cantidad suficiente de dopamina. Según indica MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en algunos casos la causa es la genética, pero no suele presentarse en más de un miembro de la familia.
“El párkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para esta enfermedad. Sin embargo, existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas”, agrega la Biblioteca.
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que como se desconoce la causa del párkinson no hay métodos o alternativas comprobadas para prevenirla.
No obstante, “entre los factores de riesgo del párkinson cabe mencionar el aumento de la edad, aunque las personas más jóvenes también pueden verse afectadas. Varios estudios han demostrado que factores ambientales como los plaguicidas, la contaminación atmosférica y los disolventes industriales podrían aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad”, apunta la Organización Mundial de la Salud.
Algunos estudios han mostrado que la actividad física aeróbica regular podría disminuir el riesgo de padecer la enfermedad. Asimismo, otras investigaciones han comprobado que los individuos que consumen cafeína padecen párkinson con menos frecuencia que quienes no la ingieren.
Mayo Clinic agrega que “el té verde también está relacionado con un riesgo menor de tener párkinson. Sin embargo, aún se desconoce si la cafeína protege contra esta enfermedad o si está relacionada de alguna otra manera. En la actualidad, no existe evidencia suficiente para indicar que el consumo de bebidas con cafeína tenga un efecto protector contra este padecimiento”.
Los síntomas de esta enfermedad incluyen:
- Temblores: inicialmente comienza un temblor o sacudida en una extremidad, generalmente en la mano o en los dedos. Pueden temblar cuando se está en reposo.
- Lentitud en los movimientos (bradicinesia): esta enfermedad neurodegenerativa puede retardar los movimientos, lo que interfiere con tareas sencillas en la cotidianidad, como levantarse de una silla o arrastrar los pies al caminar.
- Rigidez muscular: esto se puede presentar en cualquier parte del cuerpo. La rigidez en los músculos puede provocar dolor y limitar la amplitud del movimiento.
- Alteración del equilibrio y de la postura: las personas que desarrollan esta enfermedad pueden tener una postura encorvada o dificultades en el equilibrio.
- Pérdida de movimientos automáticos: algunos movimientos como sonreír, parpadear o mover los brazos al caminar pueden disminuirse.
- Modificaciones en el habla: el habla puede tener un solo tono y ser suave al insultar. También se puede dudar al hablar.
- Cambios en la escritura: puede ser difícil escribir o la letra puede cambiar.
En caso de sospechar de algún síntoma, lo recomendable es consultar a un médico para recibir la atención profesional adecuada y que sea este profesional quien dé un diagnóstico correcto.
La enfermedad de Parkinson no tiene cura. El tratamiento está enfocado en aliviar los síntomas. La Organización Mundial de la Salud explica que la prevalencia de esta afección se ha duplicado en los últimos 25 años.
“Las estimaciones mundiales en 2019 mostraban una cifra superior a 8,5 millones de personas con esta enfermedad. Los cálculos actuales parecen indicar que, en 2019, la enfermedad de Parkinson provocó 5,8 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad, lo que representa un aumento del 81 % desde el año 2000, y causó 329 000 fallecimientos, lo que equivale a un aumento de más del 100 % desde el año 2000″.