“El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida) es una afección crónica provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que puede poner en riesgo la vida”, reseña Mayo Clinic sobre el VIH/Sida. Señala que, al dañar el sistema inmunológico, el VIH interfiere con la capacidad del organismo para luchar contra la infección y la enfermedad.
El VIH es una infección de transmisión sexual, aunque también puede ser transmitida por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el nacimiento o la lactancia materna. Los expertos de la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación destacan que sin el tratamiento con medicamentos “pueden pasar años hasta que el VIH debilita el sistema inmunitario al punto de evolucionar hasta el Sida”, que es la enfermedad.
Pese a que por años se han adelantado varias investigaciones para encontrar la cura para el VIH/Sida, todavía no la hay. No obstante, los medicamentos que hacen parte del tratamiento pueden retardar en gran medida el avance de esta enfermedad; de hecho, esas medicinas redujeron la cantidad de muertes por Sida en muchos países desarrollados.
Mayo Clinic explica que la sintomatología puede llegar a ser tan leve que pasa desapercibida en muchos pacientes. Aclara que, pese a lo anterior, la cantidad de virus en el torrente sanguíneo –carga viral– es bastante alta en este momento. “Como resultado, la infección se propaga más fácilmente durante la fase primaria que durante la siguiente”, señala.
La sintomatología varía según el paciente y —como explica la entidad sin ánimo de lucro— en muchos casos puede pasar desapercibida. En razón a lo anterior, entre las medidas más tempranas que pueden tomar las personas para cerciorarse de no haber contraído el VIH está practicarse la prueba del VIH por lo menos una vez en la vida. Es una prueba que ofrece la EPS a muy bajo costo y que también puede ser tomada de manera particular.
The Nemours Foundation señala que las personas deben realizarse la prueba del VIH con regularidad si mantienen relaciones sexuales sin protección, es un hombre que mantiene relaciones sexuales con otros hombres o es una persona que usa agujas para inyectarse drogas.
Tener conocimiento sobre si la persona está infectada o no es de vital importancia, no solo porque se puede iniciar un tratamiento para reducir los efectos de la enfermedad, sino para proteger a los demás. El uso de condones o preservativos y la toma de medicamentos son algunas de las formas que ayudan a frenar el contagio del VIH a otras personas. Las mujeres embarazadas que hayan contraído el virus pueden recibir tratamiento para tratar de impedir que se contagie el bebé que viene en camino.
“Otro motivo para hacerse la prueba es la paz mental: obtener un resultado negativo en la prueba puede ser un gran alivio para quien está preocupado por estar infectado”, apunta The Nemours Foundation.
Para tomarse la prueba del VIH hay un abanico de opciones, que comienza por la simple solicitud al médico general para que ordene la toma de la prueba y sea la EPS a la que la persona esté afiliada la encargada de tomar la muestra de sangre. También se puede asistir a un centro de salud –privado o público– y consultar sobre la toma de esta prueba, o llamar a la EPS a la que la persona esté afiliada para consultar dónde puede realizarse la prueba en mención.
Es de anotar que en la mayoría de lugares la prueba del VIH es gratuita, por lo que no está de más consultar sobre su costo previo a la toma de la muestra de sangre.
Por último, también hay un recurso que pueden agotar las personas para saber si están o no contagiadas de VIH sin la necesidad de salir de la casa. Hay pruebas que se consiguen en la farmacia, que pueden ser practicadas en el hogar y que son permitidas en algunos países. No obstante, los especialistas en el campo de la salud confían más en el análisis de sangre, al ser más preciso y contundente.
La mayoría de las pruebas del VIH usan una muestra de sangre, bien sea mediante una extracción o de un pinchazo en el dedo. No obstante, hay ocasiones en las que se usa la saliva, pero son pruebas menos precisas que las que se hacen con sangre.
“Algunas pruebas del VIH detectan el virus directamente. Pero la mayoría de ellas detectan anticuerpos contra el VIH. Los anticuerpos son una parte del sistema inmunitario y se encargan de luchar contra las infecciones. Cuando alguien está infectado por el VIH, su cuerpo fabrica anticuerpos para luchar contra él”, explica The Nemours Foundation.
Agrega que las pruebas que detectan directamente el virus lo pueden encontrar de 7 a 28 días después de que la persona se infecte, mientras que las pruebas que detectan anticuerpos del VIH los pueden encontrar de 3 a 12 semanas después de que haya ocurrido la infección.