En el espacio exterior uno de los objetos que más abunda y que, al mismo tiempo, más intriga genera, son los agujeros negros. De igual manera, estos cuerpos son de los más mortales, pues si fuera posible que una persona entrara en uno podría sufrir un desmembramiento infinito del cuerpo.

Por esto, científicos se tomaron la tarea de analizar qué sucede cuando un objeto o cuerpo entra a un agujero negro. Esto a través de nuevas simulaciones astrofísicas que son las primeras en combinar los efectos físicos de la teoría general de la relatividad de Einstein con modelos realistas de densidad estelar.

Este logro, dirigido por Taeho Ryu, miembro del Instituto Max Planck de Astrofísica, muestra ocho estrellas virtuales que oscilan entre una décima y diez veces la masa del Sol.

Todas han sido modeladas bordeando un agujero negro de un millón de veces la masa del Sol en estas simulaciones de supercomputadoras. A medida que se acercan, todas se estiran y deforman por la gravedad del agujero negro. Algunas se deshacen por completo en una larga corriente de gas, un fenómeno cataclísmico llamado evento de disrupción de marea. Otras solo están parcialmente alteradas, conservando parte de su masa y volviendo a sus formas normales después de sus traumáticos encuentros.

La división entre las estrellas que se rompen por completo y las que perduran no está simplemente relacionada con la masa. En cambio, la supervivencia depende más de la densidad de la estrella, informa el Centro Goddard de la NASA en un comunicado.

Ryu y su equipo también investigaron cómo otras características, como diferentes masas de agujeros negros y enfoques cercanos estelares, afectan los eventos de disrupción de marea. Los resultados ayudarán a los astrónomos a estimar la frecuencia con la que ocurren las disrupciones de marea completas en el universo y les ayudarán a construir imágenes más precisas de estos catastróficos sucesos cósmicos.

¿Pero qué le pasaría a una persona de llegar a un agujero negro? De acuerdo con el cosmólogo Andrew Pontzen, lo primero que se sentiría sería su gran fuerza de atracción: “Lo primero que sentirías al zambullirte en un agujero negro es que la fuerza de marea es tan poderosa que halan de tu cabeza con más fuerza que la que hala tus pies y te estiras hasta que quedas ‘espaguetizado’”, afirmó en diálogo con la BBC.

Asimismo, afirmó que se han conocido varias teorías sobre lo que le podría ocurrir a un ser humano al entrar a un agujero negro, pero una de ellas es que se podría encontrar con una inmensa pared de fuego. “Una de las posibilidades es ‘la pared de fuego’ que, como el nombre indica, te encontrarías con una banda de partículas ardientes que te freirían como a una papa”, explicó Pontzen a ese medio.

¿Cómo podría entrar un ser humano a un agujero negro?

Un par de físicos del Grinnell College se puso como tarea averiguar la manera en que un ser humano podría entrar en uno de estos cuerpos, logrando sobrevivir y descubriendo lo que está al otro lado. Aunque todo es una proposición teórica, no parece haber posibilidades de que ese voluntario pudiera regresar.

En caso de que la persona ingrese, no podría volver a salir ni comunicarse con nadie de este lado del universo.

De acuerdo con los profesores Leo Rodríguez y Shanshan Rodríguez, para que esta acción se pueda llevar a cabo, es necesario que el agujero negro sea, en primer lugar, supermasivo, y en segundo lugar, tiene que estar aislado. En caso de que la persona ingrese, no podría volver a salir ni comunicarse con nadie de este lado del Universo.

Estos agujeros, además de ser muy comunes, que son parte fundamental en la evolución del Universo, desde que ocurrió el Big Bang hasta la actualidad. Por lo cual, es muy probable que hayan tenido un impacto en la formación de la vida en la galaxia en la que se ubica la Tierra.

Sin embargo, en todo el Universo existen diferentes tipos de estos agujeros negros, algo así como un zoológico intergaláctico, pues los tamaños cambian, al igual que su carga eléctrica, de acuerdo con los profesores, algo parecido a lo que ocurre con electrones y protones en los átomos.

Así las cosas, los científicos explicaron que en el centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia, hay un agujero negro supermasivo que tiene una masa cercana a las cuatro millones de masas solares, y tiene un horizonte de eventos con un radio de 7,3 millones de millas o 17 radios solares.

De esta manera, si alguien cae en un agujero de este tipo estará muy cerca del centro del agujero negro antes de pasar el horizonte de eventos, en lugar de caer en un agujero negro supermasivo.

Esto significa que debido a su proximidad al centro del agujero negro, la fuerza de atracción del agujero negro sobre una persona diferirá 1.000 billones de veces entre la cabeza y las piernas, dependiendo de cuál sea la fuerza impulsora de la caída libre.

Por lo que si la persona cae primero con los pies, en el momento en que esté cerca del horizonte de sucesos, esta atracción en sus pies será exponencialmente mayor en comparación con el tirón del agujero negro en su cabeza.

*Con información de Europa Press.