La piel está sometida a un sinnúmero de factores que la pueden afectar. De hecho, el envejecimiento de la piel suele ocurrir cuando las células dejan de llevar a cabo su función adecuada. “El primer efecto que se produce, como consecuencia, es la falta de producción de colágeno y otras proteínas (elastina y ácido hialurónico) que conforman la estructura principal de la piel. Todo ello conlleva una pérdida de elasticidad y luminosidad progresiva”, le explica Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, al portal CuídatePlus.
Las manchas cutáneas, comúnmente conocidas como manchas en la piel, son de color marrón o negro, comienzan a aparecer en distintas zonas de la piel que están expuestas al sol y a los rayos ultravioleta (UV) que esta estrella emite. De acuerdo con el servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, no tienen nada que ver con el hígado ni con la actividad hepática.
“Las manchas cutáneas son cambios en el color de la piel que ocurren en la dermis senil. La coloración puede deberse al envejecimiento, la exposición al sol u otras fuentes de luz ultravioleta, o a causas desconocidas. Las manchas cutáneas son muy comunes después de los 40 años de edad”, explica el portal especializado.
Agrega que las manchas ocurren más a menudo en zonas que han tenido mayor exposición al sol, tales como el dorso de las manos, la cara, los antebrazos, la frente y los hombros.
Con la aparición de las manchas, en la mayoría de los casos no es necesario realizar tratamiento. MedlinePlus recomienda a las personas consultar con el dermatólogo de cabecera acerca del uso de lociones o cremas para quitarlas. “La mayoría de los productos para desmanchar usan hidroquinona. Se cree que este medicamento es seguro en la forma empleada para aclarar zonas de piel oscura. Sin embargo, la hidroquinona puede causar ampollas o reacciones cutáneas en personas sensibles”, señala.
Además, hay otras opciones que se encuentran en el mercado, como el congelamiento (crioterapia), el tratamiento con láser o la luz pulsada intensa. Pese a las diferentes opciones que ofrece el mercado farmacéutico y de la cosmética, en la actualidad el mundo se ha volcado por las soluciones naturales, bien sea porque su uso acarrea riesgos menores o porque resulta más económico.
En ese sentido, hay una receta que se puede poner en práctica para aclarar las manchas que aparecen en el rostro, mediante el uso de dos productos que se consiguen a la vuelta de la esquina: la sábila y el bicarbonato de sodio.
La sábila, también conocida como aloe vera, tiene propiedades nutritivas excepcionales, lo que ha convertido a esta planta en un cultivo con mucho futuro, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Esta planta de color verde tiene poder cicatrizante, es antiséptica y se ha convertido en gran aliada natural de la belleza.
Proporciona poderosos beneficios sobre la piel debido a su alto contenido de sustancias mucilaginosas y quercetina que ayudan a renovar las células dañadas. De igual forma, posee polisacáridos y hormonas vegetales responsables por la estimulación e hidratación de las células.
Para preparar la mascarilla de bicarbonato de sodio y sábila se necesitan: cinco cucharadas de gel de aloe vera y dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Estos dos ingredientes deben ser vertidos en la licuadora y mezclados hasta que se integren por completo. Surtido ese proceso, se vierte la preparación en un recipiente de vidrio o de plástico –evitar los recipientes de metal–, y luego se procede con la aplicación de la mascarilla, la cual se recomienda hacer con una brocha.
Una vez se haya aplicado la mascarilla, se debe dejar actuar durante 20 minutos, para después retirarla con agua tibia abundante. Es importante que las personas se aseguren de que no queden rastros de la mascarilla en el rostro. Se recomienda aplicar esta mascarilla una vez a la semana.