A la hora de tomar medicamentos, es importante tener en cuenta que hay que consumirlos en determinado tiempo, por el hecho que tienen fecha de caducidad. Sin embargo, por cualquier razón hay casos en los que se excede ese límite. ¿Qué pasa si uno los consume luego de caducados? Esto dicen los expertos.
La fecha de caducidad se encuentra en la caja, envase, recipiente y etiquetas de los medicamentos. Es similar a los alimentos, por lo que es fácil evidenciar con claridad la fecha límite de los fármacos.
Food and Drug Administration (FDA) explica que cuando un medicamento se fabrica, los laboratorios realizan una serie de estudios para determinar la caducidad de los mismos, lo cual hace que sean denominados como estabilidades (hasta qué momento son estables para su consumo). Dependiendo de la composición y efecto del fármaco, la caducidad varía.
Cuando se cumple ese periodo de estabilidad, el medicamento caduca y no hay seguridad que vaya a actuar del mismo modo que cuando estaba en fecha apta para el consumo, ni se puede garantizar que su eficacia sea la adecuada. Además, si se sobrepasa la fecha de caducidad, podrían crecer impurezas en el medicamento que pueden poner en riesgo la salud del paciente.
Sea cual sea el motivo de postergar el consumo del medicamento y sobrepasar su tiempo establecido, las personas deben leer el prospecto y seguir las respectivas instrucciones especificadas en cuanto a la forma de proceder al momento de la caducidad.
En condiciones normales, esta información detalla que los fármacos no se deben desechar por el desagüe ni por la basura. Las pastillas, sustancias o envases deben ser eliminados en una farmacia en concreto, debido a que los expertos cuentan con lo necesario para que no hagan algún daño ambiental.
Al acudir a la farmacia, se pueden depositar medicamentos caducados, fármacos innecesarios, cajas y envases vacíos o con restos. En contrario, no se pueden eliminar agujas, termómetros, gasas, productos químicos, radiografías o pilas; para estos elementos hay basuras especiales para su descomposición.
De esta forma, llevando los medicamentos caducados a este punto, se garantiza que este tipo de residuos tan especiales se les dará el tratamiento medioambiental adecuado, y así se evitará cualquier daño en el medio ambiente.
Ahora bien, si los fármacos se caducaron, pero son necesarios, los expertos informan que hay que tener en cuenta los dos tipos de prescripción médica: crónicos y duración de tiempo puntual. La diferencia sustancial es que los primeros son de uso prolongado —inclusive permanente—, mientras que el otro grupo es por una duración temporal.
Con respecto a los medicamentos de tiempo puntual, cuando la caducidad es de corta duración, como lo puede ser un par de días o una semana por máximo, no hay riesgo alguno dado que sus concentraciones todavía se conservan. Adicionalmente, estos fármacos no tienden a ser fuertes, por lo que las reacciones tampoco son de peligro.
En cambio, cuando los fármacos son de mayor reacción, con efectos colaterales y de carácter crónico, no se pueden consumir cuando el tiempo establecido se sobrepasa. Para ello, el contenido de estos debe ser llevado a las farmacias. Consumirlos bajo la propia responsabilidad es un riesgo de gravedad para la salud.
Bajo esa lógica, los expertos revelan una serie de recomendaciones a la hora de comprar medicamentos:
- Al adquirirlo y antes de guardarlo, es importante revisar la fecha de caducidad para tener constancia sobre el tiempo establecido.
- Revisar el contenido de los botiquines periódicamente cada seis meses o un año, con el fin que la caducidad no sea un problema y los medicamentos se conserven en caso de alguna emergencia.
- No usar medicamentos con una caducidad bastante prolongada, la cual supere meses o años.
- Prohibido desechar los fármacos en la basura o desagüe.
- Dejar a disposición de los expertos de las farmacias los medicamentos caducados.
- No guardar restos de fármacos con tiempo pasado para otras ocasiones.