La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forma una articulación, se rompa y, la artritis reumatoide es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca las articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Por ello, para diagnosticar las enfermedades la entidad señaló que se incluyen los siguientes procedimientos:
- Radiografías. Las radiografías, que usan niveles bajos de radiación para visualizar el hueso, pueden mostrar si hay pérdida del cartílago, daño en los huesos y espolones óseos. Las radiografías no pueden revelar el daño artrítico temprano, pero a menudo se utilizan para seguir la evolución de la enfermedad.
- Tomografía computarizada. Los escáneres para la tomografía computarizada realizan radiografías desde muchos ángulos diferentes y combinan la información para crear vistas transversales de las estructuras internas. Las tomografías computarizadas pueden visualizar el hueso y los tejidos blandos que los rodean.
- Imágenes por resonancia magnética. La resonancia magnética, que combina ondas de radio con un campo magnético potente, puede producir imágenes transversales más detalladas de tejidos blandos tales como cartílagos, tendones y ligamentos.
- Ecografía. Esta tecnología utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener imágenes de los tejidos blandos, los cartílagos y las estructuras que contienen líquido cerca de las articulaciones (bursas). La ecografía también se utiliza para guiar la colocación de las agujas para extraer líquido articular o inyectar medicamentos en la articulación.
Sin embargo, es importante señalar que el riesgo de muchos tipos de artritis, entre ellos la artrosis, la artritis reumatoide y la gota, aumenta con la edad y pese a que se tengan buenos hábitos alimentos no se pueden evitar y los autores de una investigación publicada en en la revista RMD Open lo confirman asegurando que “según las pruebas actuales, no hay ninguna intervención dietética que tenga beneficios sustanciales en los resultados de las personas con artrosis y artritis reumatoide”.
Sin embargo, el portal Nuevas Evas reveló algunos alimentos que deben evitar las personas que padecen artritis:
1. Trigo.
2. Huevos.
3. Papas fritas.
4. Pan de molde.
5. Cubitos o saborizantes.
6. Chocolate.
7. Mermelada.
8. Pastelitos y galletas.
9. Leche.
10. Embutidos.
11. Gaseosas y jugos de caja.
Pero existen otros alimentos que sí son buenos, pues la Fundación de Artritis reveló en su portal web que, según Kim Larson, miembro de la Academia de Nutrición y Dietética, “mientras más alimentos antiinflamatorios y especias consuma la persona, mejor combate la inflamación crónica”. Además, añadió: “Creo que la gente a menudo se sorprende de la magnífica fuente de antiinflamatorios que pueden ser las especias”.
De todos modos, antes de consumir algún alimento o eliminarlo, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
De todos modos, los síntomas de la artritis pueden reducirse con las siguientes medidas:
- Perder peso. El exceso de peso representa esfuerzo adicional para las articulaciones que soportan el peso. Perder peso podría aumentar el movimiento y disminuir lesiones futuras en las articulaciones.
- Hacer ejercicio. El ejercicio regular puede ayudar a mantener las articulaciones flexibles. Nadar y hacer ejercicios aeróbicos acuáticos pueden ser buenas opciones, ya que la capacidad que uno tiene para flotar en el agua reduce la tensión en las articulaciones que soportan el peso.
- Calor y frío. Las compresas térmicas o las compresas de hielo podrían ayudar a aliviar el dolor causado por la artritis.
- Dispositivos de asistencia. El uso de bastones, plantillas de zapatos, andadores, asientos de inodoro elevados y otros dispositivos de asistencia pueden ayudar a proteger las articulaciones y mejorar la capacidad para realizar las tareas diarias.