Mantener un peso saludable es de vital importancia para el ser humano. En ese orden de ideas, estar demasiado delgado o presentar sobrepeso u obesidad puede aumentar el riesgo de padecer ciertos problemas de salud.

De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, tener un peso saludable puede ayudar a controlar los niveles de colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. Así mismo, también contribuye a prevenir enfermedades relacionadas con el peso, tales como afecciones cardiacas, la diabetes, la artritis y algunos tipo de cáncer.

“Comer demasiado o no hacer suficiente actividad física le hará subir de peso. Para mantener su peso, las calorías que ingiere deben equivaler a la energía que consuma. Para bajar de peso, deberá ingerir menos calorías que aquellas que consume”, precisa la fuente consultada.

En ese sentido, las estrategias básicas para alcanzar un peso saludable son:

  • Elegir alimentos bajos en grasas y en calorías.
  • Comer porciones más pequeñas.
  • Beber agua en lugar de bebidas azucaradas.
  • Ser físicamente activo.

La dieta japonesa para mantener un peso ideal después de los 50

A medida que la edad avanza puede resultar más complejo bajar de peso. Elementos como los cambios en el metabolismo, los hábitos de vida e incluso la motivación juegan un papel en este aspecto, por ello, el hecho de cumplir una edad avanzada no es excusa para dejar de lado la salud.

Según reseña el magacín Mujer Hoy, la dieta japonesa puede ser un aliado para mantener un peso ideal después de los 50. En tal virtud, destaca que este plan se basa en alimentos integrales, pescado, mariscos y, en general, comida de origen vegetal. De otra parte, las cantidades de proteínas animales, azúcares añadidos y grasas resultan mínimas.

El elemento a destacar de la dieta japonesa es que dadas sus características puede ser útil cuando el objetivo incluye bajar de peso, beneficiar el proceso digestivo y la salud en general.

De acuerdo con el citado portal, un ejemplo de dieta japonesa es arroz al vapor, pescado, tofu, algas, frutas y verduras frescas (crudas, al vapor, hervidas, salteadas o a la parrilla). Así mismo, incluye huevos, lácteos o carne, aunque en pequeñas porciones para limitar la ingesta calórica y de grasas.

Los componentes de la dieta japonesa presentan una amplia gama de nutrientes, como fibra, calcio, potasio, magnesio, hierro, vitamina A, vitamina C y vitamina E. Otro detalle a tener en cuenta es que, por lo general, se cocinan en un caldo conocido como dashi, el cual se prepara a base pescado seco y vegetales marinos.

Las porciones son otra característica importante. Para evitar comer en exceso, los platos son moderados y, por lo general, son consumidos en pequeños bocados. Se trata de ingredientes bajos en calorías, azúcares y grasas, por lo que priorizan otros nutrientes valiosos para el organismo.

El ejercicio y la alimentación balanceada son claves para gozar de una buena condición física. | Foto: Getty Images

Ejercicio, el complemento ideal

Para potenciar los resultados de la dieta japonesa o cualquier otro plan alimenticio diseñado para mantener un peso saludable, resulta conveniente complementarlo con hábitos tales como la actividad física regular.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. Además, resalta que el ejercicio tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.

Las pautas generales de la OMS para un estilo de vida saludable indican que los adultos de entre 18 y 64 años deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos.

En caso de que se trate de actividades físicas aeróbicas intensas, el tiempo base es de al menos 75 a 150 minutos. De igual manera, sugiere realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana.