Tener manos atractivas es un deseo común entre las mujeres, aunque puede convertirse en un reto, especialmente cuando se llevan a cabo labores manuales o tareas del hogar.
Mantener una manicura en buen estado no es una tarea complicada, pero sí implica seguir algunas pautas fundamentales.
Desde la preparación de las manos antes de aplicar el esmalte hasta los cuidados posteriores, ambos aspectos son cruciales para asegurar que las uñas se mantengan bien arregladas durante un período más largo.
Trucos para que el esmalte dure más tiempo
Secar bien las manos antes de aplicar el esmalte
Un consejo útil para garantizar que el esmalte de uñas se vea perfecto es minimizar el contacto con agua antes de su aplicación. Aunque lavar las manos previamente no es perjudicial, es crucial asegurarse de que estén completamente secas antes de seguir con la aplicación del esmalte.
Preparar bien las uñas
Al igual que en el caso del maquillaje, el secreto para una manicura duradera reside en la preparación adecuada de las uñas. Es fundamental quitar cualquier esmalte viejo con acetona y luego dar forma a las uñas con una lima. El uso de un pulidor ayuda a suavizar cualquier aspereza y facilita una aplicación de color más uniforme.
Además, es importante asegurarse de limpiar las uñas a fondo con un algodón humedecido en alcohol o vinagre de manzana para eliminar cualquier residuo de aceite o suciedad. Una superficie limpia mejora la adhesión del esmalte, extendiendo así su longevidad.
No subestimar las bondades de la base protectora
Antes de aplicar el esmalte de color preferido, es recomendable usar una capa de base transparente. Esta capa inicial funcionará como un escudo, previniendo que las uñas se manchen con el color del esmalte. Así se impide que los pigmentos del esmalte se infiltren y afecten la superficie natural de la uña.
Aplicar capas finas de esmalte
Para prolongar la duración del esmalte, es aconsejable abstenerse de aplicar capas demasiado gruesas del producto. Es mejor optar por capas delgadas y homogéneas, que no solo se secarán más rápidamente, sino que también tendrán menos probabilidad de descascararse. Es crucial asegurarse de que cada capa se haya secado completamente antes de proceder con la siguiente.
Usar top coat regularmente
El recubrimiento superior, o top coat, es el recurso más eficaz para conservar el esmalte en estado óptimo. Se recomienda aplicar una capa cada dos o tres días para fortalecer la protección y preservar el lustre de la manicura. Es importante tener en cuenta que este producto funciona como un escudo que resguarda el esmalte y evita su deterioro anticipado.
Usar guantes al realizar tareas domésticas
Las actividades del hogar, como la limpieza de platos, la higiene del entorno o el trabajo de jardinería, pueden resultar perjudiciales para la durabilidad de la manicura. Para proteger las manos, se aconseja el uso de guantes de látex con forro, que servirán como una barrera contra sustancias químicas y la humedad, evitando así el desgaste prematuro del esmalte.
Adicionalmente, estos guantes también resultan beneficiosos al cocinar con ingredientes como la remolacha o especias como la cúrcuma, que tienen la capacidad de manchar todo lo que tocan, incluidas las uñas.
Evitar usar las uñas como herramientas
Este consejo es crucial para quienes desean prolongar la vida de su manicura. Al realizar actividades como abrir latas o quitar etiquetas, es recomendable no usar las uñas como instrumentos.
Este tipo de uso tiende a deteriorar el esmalte, desgastar las puntas de las uñas y puede incluso llevar a que se rompan. En lugar de ello, es aconsejable utilizar los utensilios apropiados para cada tarea, lo que no solo preservará el esmalte sino también la integridad de las uñas.
Evitar la humedad en las uñas
La humedad excesiva tiene el potencial de comprometer la durabilidad del esmalte, provocando que se despegue prematuramente. Después de tomar un baño o lavarse las manos, es esencial secarlas cuidadosamente con una toalla suave, poniendo especial énfasis en la zona debajo de las uñas.