De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la enfermedad de alzhéimer es la forma más común de demencia y puede contribuir al 60-70 % de los casos. Contrariamente a la creencia popular, la demencia no es una parte normal del envejecimiento y no afecta exclusivamente a las personas mayores”.
La Clínica Mayo explica que esta afección es un trastorno neurológico que avanza con el tiempo y que esencialmente provoca una atrofia en el cerebro, es decir, este órgano se encoge. Asimismo, ocasiona un daño progresivo que afecta las capacidades cognitivas y las habilidades sociales, por lo que desmejora la calidad de vida de una persona y la hace más dependiente de otra.
El centro médico precisa que los síntomas o señales primarias son el olvido de fechas especiales, de eventos e incluso conversaciones recientes, perdiendo la memoria evidentemente, y “la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas”.
Señales en los ojos que indicarían la posibilidad de alzhéimer
El estudio publicado en la revista Acta Neuropathologica, “características patológicas de la retina y firmas del proteoma de la enfermedad de alzhéimer”, liderado por Yosef Koronyo, entre otros autores, descubrió que esta enfermedad neurológica tiene un impacto en la retina neurosensorial.
La investigación se llevó a cabo en los tejidos cerebrales post mortem de 86 persona que donaron sus órganos, todos ellos con un diagnóstico de demencia y deterioro cognitivo, en donde se encontraron la beta-amiloide, que según Harvard, es una placa que está correlacionada con el desarrollo de alzhéimer.
“Investigadores del Cedars-Sinai Medical Center (Estados Unidos) han realizado el análisis más exhaustivo hasta la fecha de los cambios en la retina y de cómo esos cambios se corresponden con las alteraciones cerebrales y cognitivas en pacientes con enfermedad de Alzheimer”, señaló Maya Koronyo-Hamaoui citado por Infosalus.
Los cambios en la retina se relacionan con alteraciones en el cerebro, mismas que experimentan los pacientes con este tipo de demencia.
Esto lo corrobora la American Academy of Ophthalmology quien también cita otro estudio que asegura que el riesgo de demencia se puede detectar por problemas de salud, como la pérdida de visión, una conclusión que resultó del estudio de 1.200 adultos mayores con alzhéimer, a quienes se les monitoreó por más de 15 años su visión.
De ahí que, la investigación describa que las personas que tienen dificultad para percibir la profundidad de objetos, suelen tener mayor riesgo de un deterioro en el lenguaje; lo mismo ocurre con quienes no pueden identificar objetos del mismo color del fondo; y con quienes no pueden observar detalladamente un objeto, es decir, verlo con nitidez.
Y aunque la investigación tiene críticos sobre la selección de pacientes y el estudio en sí mismo, varios son los estudios que se suman concluyendo que las alteraciones en la visión y la retina pueden ser una señal temprana de alzhéimer.
Cabe destacar que, esta enfermedad no tiene cura, los expertos instan a realizar ejercicios de memoria y a tener hábitos saludables como una buena alimentación para reducir el riesgo o retrasar la enfermedad.
El estudio Dieta mediterránea y sus efectos benéficos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, liderado por Arnoldo Miranda, Carolina Gómez-Gaete y Sigrid Mennickent, determina que quienes vivieron en los años sesenta cerca del Mar Mediterráneo mostraban índices bajos de enfermedades cardiovasculares, por lo que asoció este tipo de alimentación con un mejor estilo de vida.
Las verduras, los cereales, las legumbres y el aceite de oliva son protagonistas en la alimentación, mientras que el consumo de carnes rojas y de grasas malas, es mínimo. Es así como concluye que una buena alimentación como la dieta mediterránea puede disminuir el desarrollo de Alzheimer y otras enfermedades crónicas, aumentando la longevidad.