Seguir al pie de la letra los horarios en las comidas es importante a la hora de bajar de peso, debido a que es el modo por el cual las personas pueden abstenerse de llenarse de grandes cantidades y, en cambio, pueden mantenerse periodos largos de tiempo sin comida.
Ahora bien, ¿Cuál es el mejor horario para comer? Esta pregunta se la hicieron los expertos de la Universidad de Harvard acorde al consumo de glucosa necesario para el organismo y la respondieron en la investigación ‘El sistema circadiano endógeno y la desalineación circadiana afectan la tolerancia a la glucosa a través de mecanismos separados en humanos’.
Por un lado, está demostrado que la tolerancia al azúcar se reduce paulatinamente a medida que avanza el día; por lo que estudiar en profundidad este asunto fue de interés para los investigadores.
Con respecto a los horarios, los expertos enfatizan en la importancia de mantener una rutina alimenticia clave para fortalecer la correcta digestión, lo cual permite estimular y mantener la figura saludable. En ese orden de ideas, consideran que la mejor hora para desayunar corresponde al periodo de 6:00 a.m. a 9:45 a.m.
En su estudio, encontraron que el 80 % de los pacientes que siguieron esta recomendación, pudieron bajar 30 libras de manera exitosa y sin rebote. Adicionalmente, este periodo está relacionado con una reducción significativa de la grasa corporal, lo cual hace que el hambre sea menor durante el día.
Frente a los alimentos, es importante tener presente el contar con fuentes de proteína, grasas y fibras; los tres compuestos en cuestión ayudan a aumentar la saciedad, contribuyendo así a impedir que se tenga hambre en tiempos cortos.
Antes de comer el almuerzo y en caso de necesitar un alimento pequeño, los especialistas sugieren un bocadillo entre dos a cuatro horas después del desayuno, pero sin que esté demasiado cerca al almuerzo.
Como no es obligatorio, las meriendas solo deben estar concebidas cuando haya una falta de energía para no descompensar el azúcar en la sangre. Asimismo, la cantidad no debe ser grande, dado que terminaría afectando el almuerzo. Una opción puede ser una manotada de almendras o una taza de arándanos.
Llegada la tarde, aparece el almuerzo; la segunda comida más importante de todas. Los expertos consideran que el horario ideal es después del mediodía (para que no interfiera con la merienda), pero sin pasarse de las 3:00 p.m.
Aquellas personas que se alimentan de ese modo, pueden consumir la mayor cantidad de calorías de una mejor forma, por lo que terminan siendo beneficiados al bajar tallas y fortalecer el sistema cardiovascular.
En el planto tiene que haber verduras innegablemente, debido a que sus nutrientes son medicinales para combatir la aparición de células cancerígenas, desinflamar el cuerpo e inhibir la formación de tumores. Entre los nutrientes más destacados, aparecen el potasio, magnesio y fibra.
Luego del almuerzo, también puede haber alguna que otra merienda, la cual también debe ser entre dos a cuatro horas más tarde. Las cantidades pequeñas permiten estabilizar los niveles de azúcar y evitar comer en exceso durante la cena.
En esta ocasión, la recomendación es tener a la mano una porción de vegetales verdes, tales como espinacas, berzas, acelgas, col rizada, fresas, toronjas, manzanas, papaya, pera y limón.
Por último, se debe tener en cuenta la cena. La comida que cierra el día debe ser entre 5:00 p.m. hasta 7:00 p.m. La investigación arroja que en este periodo es posible perder mayor cantidad de peso y descansar de un modo más ameno.
La cena no debe ser tan cercana a la hora de dormir, por el hecho que en la noche es fundamental ayunar para que la regeneración de la flora intestinal se mantenga en condiciones normales y el sistema inmunológico se vea fortalecido.