Para nadie es un secreto saber los beneficios de las frutas. Sean fresas, manzanas, peras, uvas u otras categorías, está más que comprobado que son positivos para la salud. Sin embargo, las famosas no son las únicas, debido a que en el mercado es posible encontrar otra variedad poco conocida y también con múltiples beneficios. ¿Cuáles son esas frutas misteriosas?
El mercado está inundado de delicias desconocidas con efectos positivos para la salud, inclusive iguales o mejores que los productos típicos. En informe Alimentos funcionales, una nueva alternativa de alimentación presenta variantes de alimentos (no solo frutas) sin mucho renombre pero con aportes significativos.
La lista está encabezada por la papa morada, un tubérculo representativo de América del Sur. Su particular color es porque contiene alta cantidad de almidón y antocianinas. La investigación explica que la antocianina es un antioxidante que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, neurológicas e incluso de cáncer.
Adicionalmente, si una persona tiene complicaciones en torno a su salud cardiovascular, puede agregar 280 gramos de este alimento a tu dieta diaria para reducir la presión arterial hasta cinco puntos en solo un mes, disminuyendo el riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedades del corazón. En las tiendas se adquiere al comprar cierta cantidad en gramos o kilos.
El arazá es el segundo alimento desconocido. Es un arbusto similar al árbol de manzana, pero con características anaranjadas. Su fruto se llama guayaba amazónica debido a que crece silvestremente cerca del Amazonas. Actualmente, es popular en Ecuador, Brasil y Perú.
Esta fruta es una excelente fuente de vitamina C, tanto así que una rodaja contiene el doble de vitamina C que una naranja convencional. El arazá también es bueno para tratar el colesterol, la diabetes e incluso problemas hepáticos. Si bien no es frecuente encontrarla en el establecimiento, las unidades son ilimitadas por internet.
Cada vez es más común ver pequeños insectos en los platillos a lo largo y ancho del planeta, sin importar el país o la cultura. Hace más de una década, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomendó incluir insectos en la dieta diaria. La razón de esto es el componente de proteína de alta calidad, abundantes vitaminas y aminoácidos presentes en su interior. Entre las variedades de insectos, el informe destaca a los grillos.
Una libra de estos pequeños animales cocinados aporta 1422 calorías, pero solo 68 grasas saturadas. En contraste, la misma porción de carne de res contiene 2.760 calorías y 187 grasas saturadas. Prácticamente, esta comparación hace que los insectos sean más positivos que la carne, los cuales ya se pueden conseguir en las tiendas de distribución.
Originario de Malasia e Indonesia, el rambután es la fruta con tradición medicinal que sigue en la lista. En el hemisferio oriental, este tipo de alimento se utiliza como medicina complementaria para tratar problemas de diabetes e hipertensión. En una dieta convencional, el rambután aumenta significativamente los niveles de energía debido a su alto contenido en carbohidratos y proteínas. En Asia es más fácil conseguirla, pero gracias a sus beneficios ha venido haciéndose un espacio en occidente.
De la mano con los superalimentos, la investigación presenta otro desconocido, pero proveniente tradicionalmente de América Latina. Conocida como naranjilla, tiene menos de 30 calorías por cada 100 gramos y también es una gran fuente de vitamina A, potasio y magnesio.
Igualmente, es rico en fibra y es una fruta de fácil digestión, siendo cada vez más incluida en las dietas por sus propiedades diuréticas. El último de la lista es el mamoncillo, el cual se deriva del árbol frutal homónimo que se cultiva principalmente en países como Colombia y Venezuela.
Este alimento se utiliza principalmente para combatir infecciones urinarias y bronquiales. El mamoncillo es rico en vitamina C, por lo que ayuda a activar el sistema inmunológico. En la cultura popular de sus naciones de origen, esta fruta se usa para que las mujeres no pierdan fuerza ni se deterioren durante los meses del embarazo.