Los antidepresivos, una herramienta esencial en el tratamiento de la depresión, son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central para ayudar a regular ciertas sustancias químicas en el cerebro.
Con base a la información de Medline Plus, estos fármacos son recetados para tratar la depresión, una condición que no es solo sentirse triste, sino que escala en una enfermedad médica grave que afecta la salud mental. Puede ocasionar que las personas se sientan desesperanzadas, preocupadas o temerosas. Además, genera que las personas cambien su manera de pensar, dormir y alimentarse.
Los antidepresivos pueden ayudar a muchas personas con depresión. Los investigadores creen que estos medicamentos ayudar a mejorar la forma en que el cerebro usa ciertas sustancias químicas que controlan el estado de ánimo o el estrés. No deben ser tomados a la ligera, sino bajo la receta de un especialista de la salud.
Hay muchos tipos de antidepresivos y cada uno, una función diferenciada. Los profesionales de la salud suelen recetar primero los antidepresivos más nuevos, porque no causan tantos efectos secundarios como los tipos más antiguos. A nivel general, estos medicamentos pueden agruparse en tres familias, las cuales recogen correctamente la variedad de funciones.
Los primeros son los Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Son los antidepresivos más comunes de venta y alivian los síntomas de depresión moderada a grave. Como su nombre lo indica, este tipo ayuda a que la producción de serotonina no se vea obstaculizada.
De este modo, hay más serotonina disponible para mejorar la transmisión de mensajes entre las neuronas. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina se denominan selectivos porque afectan principalmente a la serotonina, no a otros neurotransmisores, con base en la información presentada por Mayo Clinic.
El siguiente tipo de antidepresivos son los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN). Al consumirlos, la depresión se alivia por el hecho de que se impide que haya complicaciones en los neurotransmisores del cerebro, por lo cual libera los canales de comunicación entre las células.
Al igual que la categoría anterior, impiden que la serotonina no se produzca al máximo, pero con la diferencia que influye en la química cerebral, lo cual genera que las personas que lo consuman tengan más energía y no tengan deterioros cognitivos.
Por último, el tercer tipo de medicamentos de esta índole son los atípicos. Los expertos señalan que, básicamente, estos fármacos son los más nuevos en torno a la distribución. Esto genera que no tengan los estudios completos sobre su eficacia o consecuencias que genera. En pocas palabras, es el grupo de antidepresivos desconocidos.
Si bien los antidepresivos ayudan a controlar los síntomas de la depresión, hay que tener en cuenta que no curan esa condición. Por lo tanto, es importante seguir las instrucciones de los especialistas para tener un monitoreo constante de los efectos generados por la medicación.
Los fármacos suelen tardar de cuatro a ocho semanas en hacer efecto, por lo que hay tener paciencia. En ese tiempo, pueden experimentarse problemas para dormir o comer, pero a fin de cuentas el estado de ánimo se verá beneficiado. De igual forma, hay que tener en mente las siguientes recomendaciones antes de tomarlos:
- Los antidepresivos dan mejores resultados cuando se los toma exactamente como lo ha recetado el médico. Esto también ayuda a reducir los efectos secundarios.
- Es posible que empiece a sentirse mejor en el término de una a tres semanas después de empezar a tomar un antidepresivo. Si no ha mejorado en absoluto en tres semanas, se requiere otro tratamiento.
- Si bien los antidepresivos pueden causar efectos secundarios, la mayoría de estos son leves y desaparecen después de tomar el medicamento durante algunas semanas.
- Tomar un antidepresivo durante al menos seis meses después de sentirse mejor puede ayudarle a evitar que se deprima nuevamente.
- Hay que asegurar que el especialista sepa acerca de cualquier otra afección de salud o reacciones contraindicadas de otros medicamentos.
- Dejar de tomar antidepresivos en forma repentina puede causar síntomas de abstinencia o puede hacer que la depresión reaparezca. Cuando hay problemas con el medicamento o las personas están listas para dejar de tomar antidepresivos, es mejor que el médico lleve a cabo el procedimiento para ir reduciendo lentamente el consumo.