Las semillas de sésamo, conocidas popularmente como ajonjolí, se originaron en la India, tienen una gran cantidad de proteína y son ricas en metionina. Estas semillas son utilizadas en los panes de hamburguesa, ensaladas, sushi, panes, entre otros por su alto contenido nutricional.

Cada 100 gramos de semillas de sésamo contienen:

· 573 calorías

· 23,4 g de carbohidratos

· 11,8 g de fibra

· 49,7 g de grasas (de las cuales saturadas son 7 g)

· 17,7 g de proteína

· 975 mg de calcio

· 629 mg de fósforo

· 468 mg de potasio

· 97 mcg de folato

· 351 mg de magnesio

· 14,5 mg de hierro

· 0,3 mg de Vitamina E

· 714 mg de fitoesteroles

Asimismo, algunos de los beneficios que tiene esta semilla son:

1. Fortifica los músculos, nervios y memoria por el magnesio.

2. Fortalece los dientes y huesos por el calcio que contiene.

3. Mejora la regulación intestinal por su contenido de fibra.

4. Es un buen acompañamiento para las dietas vegetales por sus fuentes de proteína vegetal.

5. Previene que las grasas se adhieran las arterias, por tal razón reduce los niveles de colesterol.

6. Favorece a la pérdida de peso, ya que genera saciedad.

7. Aumenta las defensas del organismo.

8. Ayuda a prevenir enfermedades neurológicas.

Sin embargo, es posible que algunas personas sean alérgicas al sésamo y al consumirlo les produzca urticaria, dermatitis o anafilaxia.

Hay que señalar que una planta de sésamo de 60 cm puede tener entre 8 y 16 semillas de ajonjolí más o menos y, una planta de sésamo de 1,5 metros puede tener entre 10 y 35 semillas aproximadamente.

De igual forma, un estudio del 2018 de la Escuela de Ciencias Básicas Tecnología e Ingeniería de Alimentos de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), reveló otros usos y procesos del ajonjolí y concluyo: “es destacable la utilización del aceite como lubricante, lo cual permitiría utilizarlo libremente en las empresas de alimentos en los procesos de mantenimiento”.

No obstante, aunque esta semilla tiene varias propiedades y beneficios la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios, pero es importante consultar a un experto para que guíe el proceso. Por eso, es importante visitar un nutricionista si se quiere comenzar una dieta de este estilo.

Además, aunque favorece con la pérdida de peso, es importante señalar que las fórmulas fáciles, las dietas mágicas y los resultados rápidos no existen. Todo es cuestión de tiempo y perseverancia. Cada persona es diferente y por tal razón cada proceso es individual.

Por su parte, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios.

Consumir frutas y verduras, tomar agua, calcular bien las porciones y evitar el exceso de alimentos procesados son las bases de una dieta sana. Información relevante para tomar mejores decisiones en la mesa. | Foto: Getty

De igual forma, una buena alimentación reduce los factores de riesgo asociados con las enfermedades que causan más daño en el ser humano como diabetes, triglicéridos, hipertensión arterial, entre otras.

Finalmente, es importante entender que en la alimentación está el éxito para tener un cuerpo saludable. Sin embargo, no hay que obsesionarse con lo que se come. No es necesario hacer dietas restrictivas, ni cohibirse de los alimentos que gustan.