Los riñones juegan un papel fundamental para el buen funcionamiento del organismo, ya que son los encargados de filtrar los desechos del cuerpo. Estos órganos están ubicados a ambos lados de la columna y filtran más de 200 litros de sangre y dos litros de productos de desecho antes de que se eliminen del cuerpo a través de la orina.
Dentro de cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamadas nefrones, que se encargan de depurar estos desechos y el exceso de agua presente en la sangre, lo que da origen a la orina. Este líquido fluye por tubos llamados uréteres, llegando a la vejiga, y esta almacena la orina hasta que se elimina.
La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño ocasiona que los riñones no puedan eliminar los desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o el consumo de algún medicamento, según explica el portal web de medicina y salud MedlinePlus.
Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, los riñones también se encargan de controlar la presión arterial y producen hormonas que son importantes para generar glóbulos rojos y para mantener los huesos sanos y fuertes.
Probabilidades para desarrollar enfermedades en los riñones
- Diabetes: esta enfermedad es la causa principal del daño en los riñones. La glucosa elevada en la sangre, llamada hiperglucemia, puede dañar los vasos sanguíneos de este órgano.
- Presión arterial alta: este padecimiento es la segunda causa de la enfermedad de los riñones. Al igual que la hiperglucemia, la presión arterial alta también puede dañar los vasos sanguíneos de este órgano.
- Enfermedad cardíaca: las personas con enfermedad cardíaca tienen un mayor riesgo de padecer problemas en los riñones.
- Antecedentes familiares: si familiares cercanos como madre, padre o hermanos padecen de enfermedades en los riñones es posible que exista un riesgo de padecerlas también. La enfermedad de estos órganos puede ser hereditaria.
Otras enfermedades de los riñones pueden incluir:
- Cáncer.
- Quistes.
- Piedras.
- Infecciones.
Síntomas
La etapa inicial de la enfermedad por lo general no presenta síntomas, pero cuando ha avanzado se pueden presentar los siguientes; para este momento es posible que ya necesite de diálisis o de un trasplante de riñón.
- Dolor torácico.
- Orina con sangre.
- Piel seca.
- Picazón o entumecimiento.
- Cansancio.
- Dolores de cabeza.
- Aumento o disminución de la micción.
- Pérdida del apetito.
- Espasmos musculares.
- Náuseas.
- Falta de aliento.
- Problemas para dormir.
- Problemas de concentración.
- Vómitos.
- Pérdida de peso.
Cómo prevenir las enfermedades en los riñones
Cambiar alimentos poco saludables por otros que traigan beneficios para el organismo.
- Cocinar con una mezcla de especias en lugar de sal.
- Escoger vegetales tales como la espinaca, el brócoli y los pimientos.
- Hornear o asar la carne, el pollo y el pescado en lugar de fritarlos.
- Servir los alimentos sin salsas o grasas añadidas.
- Tratar de elegir alimentos con poca o sin azúcar añadida.
- Comer alimentos hechos de granos completos—tales como trigo integral, arroz integral, avena y maíz de grano entero—a diario.
- Leer las etiquetas de los alimentos. Escoger alimentos bajos en grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal (sodio) y azúcares añadidos.
- Evitar las gaseosas o bebidas con un alto contenido de azúcar.
- Se recomienda consumir las frutas en su estado natural y no en jugos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere consumir como mínimo cinco porciones de fruta al dóa.
- Beber de dos a tres litros de agua al día.
- Practicar actividad física de manera regular.
- Ir a controles cada año como mínimo si no se padece de ninguna enfermedad.
Según los expertos, la mejor dieta para limpiar los riñones es aquella rica en frutas y verduras. En especial se asegura que alimentos como uvas, naranja, zanahoria, tangelo, apio, pepino, sandía, piña, limón, manzana, melón, lechuga, melocotón y níspero son fundamentales en la dieta diaria de cada persona, por lo que se recomienda incorporarlos.