La depresión y la ansiedad son algunos de los males que más aquejan a las personas en pleno siglo XXI. El estrés, las preocupaciones y el entorno son algunas de las principales causas que pueden detonar este tipo de sintomatología. Un profesional de la salud es el único que puede diagnosticar dichas enfermedades y este es quien debe dar un tratamiento para el manejo de los síntomas.
La serotonina es una sustancia que regula determinadas actividades en el cerebro y es la encargada de hacer sentir a una persona bien, calmada y confiada, según explica el portal de salud, belleza y cuidado personal Cuerpo y Mente. Algunos malos hábitos como el sedentarismo, el estrés y una alimentación desequilibrada afectan la producción de serotonina.
Mayo Clinic explica que el cuerpo produce serotonina de manera natural; esta sustancia es indispensable para el buen funcionamiento de las células nerviosas y del cerebro. A este neurotransmisor se le conoce como “la hormona de la felicidad”. Cuando una persona tiene bajos los niveles de esta hormona, puede presentar cambios bruscos en su estado de ánimo, principal característica de los trastornos depresivos. El medio menciona algunas alternativas para aumentar los niveles de esta hormona.
- Aumentar la cantidad de triptófano: algunos estudios relacionan este aminoácido con la serotonina, ya que el triptófano interviene en determinadas funciones del cerebro, por ende puede ayudar a disminuir la agresividad. Este nutriente es de origen animal y se puede encontrar en la leche materna, en la papa, en las semillas y frutos secos sin tostar (semillas de sésamo, calabaza y girasol, nueces, almendras), en las legumbres y, en menor proporción, en los cereales integrales.
- Practicar actividad física: en medio de los consejos que se reciben para mantener a todos los órganos del cuerpo en buenas condiciones, está el de hacer ejercicio de manera regular. Este hábito también garantiza que influirá de manera positiva en la salud mental y emocional de quien lo practique.
- Neuropsychopharmacology en un estudio “mostró que el ejercicio aumenta la serotonina a través de dos mecanismos: el primero es un estímulo directo sobre la síntesis del neurotransmisor, y el segundo se relaciona con un aumento del triptófano que llega al cerebro”. Cuerpo y Mente menciona que practicar aeróbicos, caminar, correr, ir en bicicleta o nadar con ejercicios que pueden aumentar los niveles de esta hormona.
- Dormir las horas adecuadas: para prevenir el estrés y darle un mejor manejo a las circunstancias que se viven a diario es indispensable dormir las horas adecuadas. Cuando se duerme, el cerebro produce melatonina y serotonina; por eso, es importante dormir como mínimo seis horas, continúas en la noche como mínimo.
- Evitar el café y los estimulantes: la cafeína activa el sistema nervioso central, cuando se consume algo que contiene este ingrediente, las “glándulas suprarrenales son estimuladas para producir adrenalina y cortisol (hormonas del estrés)”. Entre más cafeína se consuma mayor cantidad de cortisol produce el cuerpo y por ende le queda más difícil al equilibrar la serotonina con la mencionada anteriormente.
- Consumir alimentos que contengan omega-3: para que los niveles de serotonina se mantengan en regla, el consumo de alimentos ricos en omega-3 es primordial. Cuerpo y Mente menciona que “el ácido graso docosahexaenoico (DHA) es imprescindible en la formación y el funcionamiento de las células nerviosas.”