Generalmente se reconoce que la vitamina B12 -que se encuentra en los huevos, el pescado y la carne- es fundamental para evitar la anemia. Sin embargo, muchos desconocen que también es capaz de evitar los síntomas de la depresión.

Un estudio del Trinity College Dublin publicado en British Journal of Nutrition afirma que las personas mayores de 50 años con déficits de vitamina B12 tienen hasta un 51 % más de riesgo de desarrollar síntomas depresivos en los cuatro años siguientes.

En contexto, la depresión se puede describir como el hecho de sentirse infeliz, derrumbado, triste, agotado o melancólico, Por eso, la mayoría de las personas se siente de esta manera de vez en cuando durante periodos cortos, según MedlinePlus.

Cabe recordar que la depresión es un factor de riesgo de deterioro cognitivo y de muerte prematura, en especial en edades avanzadas. No obstante, a pesar de la importancia de este nutriente, las personas mayores son las que registran unos niveles más bajos de vitamina B12, ya sea por una mala alimentación o por dificultades para absorber este nutriente, según el portal Saber Vivir.

Unos niveles bajos de vitamina B12 pueden aumentar el riesgo de anemia megaloblástica, | Foto: Getty Images

¿Para que sirve la vitamina B12?

La vitamina B12 es vital para mantener la salud de la sangre y las neuronas. Además, participa en la formación del ADN, el cual es el material genético que hay en todas las células.

Por esta razón, unos niveles bajos de vitamina B12 pueden aumentar el riesgo de anemia megaloblástica, un trastorno sanguíneo el cual provoca cansancio, deterioro cognitivo y debilidad.

Problemas para absorber la vitamina B12

  • Según el National Health of Instiutes (NIH) de Estados Unidos, los adolescentes y adultos necesitan 2,4 mcg al día; en las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia este valor aumenta.
  • Con un consumo equilibrado rico en huevos, leche, carne o pescado, no debería haber carencia de vitamina B12.
  • No obstante, existen personas que tienen dificultades para absorber esta vitamina ya que su estómago no produce suficiente ácido clorhídrico, algo que es más habitual a partir de los 50 años.
  • También las personas que sufren enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn, la celiaquía y la gastritis atrófica, o las personas que se han sometido a cirugías de intestino o de estómago, pueden tener dificultades para absorber la vitamina B12.
  • Incluso, las personas veganas o vegetarianas también pueden tener carencia de B12.

Depresión y vitamina B12

  • El estudio del Trinity College Dublin mencionado anteriormente, analizó los efectos de la falta de vitamina B12 en un grupo de 3.849 personas mayores de 50 años.
  • Los investigadores llegaron a la conclusión de que las personas que presentaban niveles bajos de este nutriente tenían hasta un 51 % más riesgo de desarrollar una depresión en los 4 años siguientes.
  • Además, esto fue así independientemente de factores como la actividad física o los niveles de vitamina D de la persona, que tienen un efecto protector frente a la depresión.
  • Así mismo, observaron que unos niveles bajos de vitamina B12 eran más habituales en persona fumadoras o con obesidad.

“Dado el aumento de la soledad y la depresión en los adultos mayores después del inicio de las restricciones de covid-19, este estudio destaca la importancia de aumentar la ingesta o la suplementación de B12 para ayudar a mitigar los posibles factores de riesgo de depresión en los adultos mayores”, explica Rose Anne Kenny, investigadora del estudio.

¿Qué pasa si falta esta vitamina en el cuerpo?

  • Según recientes estudios unos niveles bajos se asocian con mayor riesgo de cáncer.
  • También hay estudios que vinculan la falta de esta vitamina con más riesgo de enfermedades cerebrovasculares y cardíacas.
  • Las primeras señales son la debilidad y el cansancio lo cual pueden advertir la producción de una anemia megaloblástica.
  • Las personas pueden sentir hormigueo en las manos, lo que indica un problema de nervios.
  • La vitamina B12 es clave para las neuronas. Un déficit crónico se relaciona con problemas de equilibrio, una mala memoria y confusión, según este estudio sobre la depresión.