Aparte de ser el órgano interno más grande del cuerpo, el hígado cumple funciones indispensables para la vida del ser humano. En ese sentido, es necesario mantenerlo en las mejores condiciones posibles.
Teniendo en cuenta explicaciones del blog de la organización Stanford childrens, el hígado es el encargado de la regulación de las sustancias químicas de la sangre, razón por la que se le atribuye la creación de nutrientes para el organismo.
De igual modo, el sistema de atención médica más grande del área de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos, comparte que son diversas las funcionalidades del hígado, pero vale la pena destacar tres: equilibra la producción de glucosa, resiste “a las infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y eliminación de ciertas bacterias del torrente sanguíneo”, depura los fármacos y otras sustancias tóxicas, etc.
No obstante, la salud es un tema que le compete a todos y tal como le pasan a otros órganos, puede que el hígado sufra complicaciones. Entre las más comunes se encuentra la que es diagnosticada como hígado graso.
¿Qué significa tener hígado graso?
De acuerdo con Manual MSD, en términos generales, “el hígado graso es una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas”. Si una persona se siente a menudo cansado o suele tener malestar abdominal, la recomendación de los expertos en salud es asistir a una consulta debido a que podría tratarse de hígado graso.
Dicha complicación puede hacer que el gran órgano interno se inflame, al igual que también se da a conocer que puede ser producto del consumo excesivo de alcohol, aunque también se puede presentar en personas que no ingieren este tipo de bebidas, ya sea por sobrepeso, altos niveles de grasa en el flujo sanguíneo o resistencia a la insulina.
Por su parte, los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos complementan que la enfermedad de hígado graso no alcohólica está directamente relacionada con aquellas personas que sufren de diabetes tipo 2. “Los estudios sugieren que entre un tercio y dos tercios de las personas con diabetes tipo 2 tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica”, recalcan los especialistas médicos.
Alimentación e hígado graso
La alimentación juega un papel esencial en la vida de las personas, pero eso no significa que todos los productos que se consumen sean beneficiosos para la salud.
Precisamente, muchos alimentos con grasas y excesos de azúcar pueden conducir a la enfermedad de hígado graso, de modo que se recomienda hacerle una limpieza a este importante órgano funcional.
Si bien es cierto que son múltiples los factores que generan la enfermedad hepática, lo que se come entra a valer, pues el consejo de los expertos es tratar de llevar a cabo una dieta con base en productos naturales.
De esta manera, se puede mejorar un poco el hígado graso, pero tampoco se descarta la idea de evitarlo, en especial por parte de las futuras generaciones.
Así las cosas, existe una lista de alimentos ‘estrella’, los cuales se caracterizan por limpiar el hígado naturalmente, según el escenario digital La vida lucida.
Los alimentos para limpiar el hígado graso
- Nueces: este fruto seco desintoxica el hígado gracias al aminoácido L-arginina, el glutatión y omega-3, mientras que oxigena la sangre.
- Cúrcuma: se trata de una planta herbácea muy popular, la cual gracias a su poder activo puede llegar a regenerar las celular dañadas en el hígado, según varios estudios.
- Aguacate: los conocedores del tema dicen que este alimento promueve la salud del hígado en el sentido en el que protege”contra una sobrecarga tóxica”.
- Vegetales de hojas verdes: los vegetales son de los alimentos más recomendados para mantener la salud del organismo, en el caso de los de hojas verdes sirven para el gran órgano interno porque se caracterizan por tener componentes de limpieza que neutralizan los metales pesados.
- Té verde: “contiene catequinas, un tipo de antioxidante vegetal que ha sido demostrado en estudios para eliminar la acumulación de grasa en el hígado y promueven una función hepática adecuada”, según La vida lucida.
- Pomelo: las cualidades de esta fruta es que es rica en vitamina C y contiene antioxidantes que actúan directamente en la enfermedad hepática.
- Ajo: para finalizar, este alimento contiene varios compuestos como la alicina y selenio, nutrientes que protegen al hígado del daño tóxico.