La hinchazón abdominal suele ser una sensación poco agradable en las personas. Luego de comer en grandes cantidades o consumir determinados alimentos, la inflamación tiende a generar indigestión o pesadez. Es por ello la necesidad de tener en cuenta los productos que se consumen y bajo qué proporciones.

Con base a la información expuesta por expertos de Medline Plus, la hinchazón es también conocida como distención abdominal y es provocada -en la mayoría de casos- por comer en exceso. No obstante, también es posible que responda a una enfermedad.

La distensión abdominal básicamente en sentir llenura en esa zona. De modo general, no requiere un diagnóstico médico, por el hecho que casi siempre responde a exceso de comida. Para cuando se trata de una enfermedad, la complicación viene con otros síntomas y no necesariamente se tiene el estómago lleno.

La hinchazón puede deberse a varios problemas, o a una combinación de ellos, como la falta de fibra en la dieta, una intolerancia alimentaria, el síndrome del intestino irritable (SII) o la proliferación excesiva de bacterias en el intestino delgado, o una enfermedad grave como el cáncer de colon.

A medida que las personas crecen, pueden tener acidez con más frecuencia. | Foto: Getty Images

El estreñimiento, una de las principales razones por las que mucha gente padece gases e hinchazón, es más frecuente a medida que envejecemos. De igual forma, esta situación tiende a presentarse en adultos mayores, debido a que con el paso de los años, la producción de ácido estomacal se reduce considerablemente, lo cual impide que la asimilación de alimentos se haga de la mejor manera.

Cuando estas enzimas no son activadas y los alimentos permanecen por más tiempo en el estómago, hay más gases que se quedan en el tracto digestivo durante un período más largo. Es por ello que la hinchazón se vuelve notable e incómoda.

En ese orden de ideas, la directora de Salud Comunitaria y Bienestar del Montefiore Nyack Hospital de Nueva York, Sandra J. Arévalo, indicó para American Association of Retired Persons (AARP), los alimentos que más causan distención abdominal.

Por un lado, están la leche, queso y otros productos lácteos. En las etapas más avanzadas de la vida, la intolerancia por la lactosa aumenta, debido a que la producción de enzimas encargadas de digerirlas se reduce. Es por eso que se vuelve constante la presencia de gases, dolor y diarrea luego de consumir estos productos.

La intolerancia a la lactosa tiende a generar hinchazón abdominal. | Foto: Getty Images

El alto contenido de fibra de las legumbres y cereales integrales puede provocar hinchazón y dolor al hacer la digestión. Si bien no son alimentos perjudiciales, la recomendación de la experta es llevar a cabo planes en los que se regule su consumo para impedir que la hinchazón se torne constante.

Si de alimentos responsables de la distención se habla, aquellos endulzados artificialmente son responsables. Estos productos bajos en sorbitol reducen la cantidad total de calorías, por lo que no se digieren correctamente en el intestino delgado y generen la producción de gases e hinchazón en el intestino grueso.

Los endulzantes afectan la microbiana intestinal y pueden conllevar al síndrome de intestino irritable. Es por ello que se recomienda no consumir lo máximo que se pueda esta clase de alimentos, para que no haya complicaciones alrededor del sistema gastrointestinal.

La carbonización de las bebidas azucaradas genera hinchazón abdominal.

Otro alimento detonante es la familia de las gaseosas, refrescos y agua carbonatada. Hay personas que no son tolerantes con estos productos carbonizados, por lo que su consumo debe ser gradual.

De igual forma, la cerveza es una bebida poco recomendable. No solo está carbonizada, sino que tiene cereales y gluten capaces de molestar a las personas. Además, el alcohol es difícil de digerir e interfiere en el funcionamiento de las bacterias intestinales sanas.

Aparte de ser dañino para el hígado, el alcohol genera pesadez estomacal. | Foto: ANNMARIE YOUNG PHOTOGRAPHY

Aunque son ricas en nutrientes, las verduras crucíferas también están repletas de sulfuros y fibra que pueden provocar un fuerte efecto gaseoso. Es por ello que una alternativa es recurrir a suplementos de enzimas digestivas, dado que facilitan la descomposición de alimentos.

Al igual que muchas frutas, las manzanas, las peras, las bayas y las uvas tienen un alto contenido de fructosa y pueden desencadenar problemas digestivos, sobre todo si se añaden bruscamente a la dieta. Cuando no se acostumbra a consumir estos alimentos en la dieta, el choque será notable. Por lo cual, un consumo paulatino es lo ideal.