De acuerdo al portal web Buenos Aires Ciudad en la sección desarrollo saludable, la alimentación basada en plantas es un estilo de vida centrado en el consumo “de alimentos de origen vegetal como verduras y frutas, granos enteros y cereales integrales (como arroz integral, quinoa, mijo, trigo sarraceno, cebada, etc), legumbres (garbanzos, lentejas, porotos), aceites vegetales, frutos secos y semillas”, en lugar de alimentos de origen animal o alimentos ultraprocesados, en donde estos últimos no son excluidos por completo pero se limitan en lo posible en la dieta.
Este tipo de alimentación tiene múltiples beneficios para el organismo, puesto que puede disminuir el colesterol, la presión arterial alta y los niveles de azúcar en sangre, previniendo el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad, además que reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer, según este mismo sitio web.
Por todos es sabido que una dieta sana y equilibrada es necesaria a la hora de mantener tanto el cuerpo como la mente en perfecto estado, y más ahora que llega el otoño y las defensas tienden a bajar con la llegada del frío.
El 17 de octubre se celebró el Día Mundial de las Frutas y las Verduras y, al hilo de esta efeméride, Juice Plus+, firma experta en bienestar y salud, explica las siete principales ventajas que proporciona incluir estos alimentos a tu dieta:
1. Eliminación de toxinas: el alto contenido de agua con el que cuentan las frutas y verduras facilita la eliminación de toxinas del organismo, a la vez que ayuda a mantener el cuerpo hidratado.
2. Alto aporte en fibra: sus elevados niveles de fibra colaboran en la regulación del funcionamiento del intestino, corrigiendo también problemas como el del estreñimiento (que afecta a más del 10% de la población española). La fibra tiene un gran interés dietético ya que, además, posee efectos beneficiosos para la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades.
3. Fuente de vitamina C: entre otros beneficios, la vitamina C forma una proteína importante para cuidar de la piel, los tendones, los ligamentos y también los vasos sanguíneos. Además, ayuda a sanar las heridas y forma el tejido cicatricial, repara y mantiene el cartílago, los huesos y los dientes y también interviene en la absorción de hierro.
4. Ricas en antioxidantes: las frutas y verduras contienen altos niveles de antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, cardiovasculares e, incluso, el cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de las frutas y verduras.
5. Reducción de los niveles de colesterol: las verduras no tienen colesterol, ya que éste solo se encuentra en los alimentos que provienen de animales y en los ultraprocesados. Cuanto más vegetal sea una dieta, menos colesterol malo habrá circulando por las arterias. Los expertos en nutrición aconsejan que lo ideal es consumir dos raciones de verduras al día y, al menos, tres piezas de fruta fresca.
6. Ayudan a saciar el apetito: debido a su elevado contenido de fibra dietética, tanto las frutas como las verduras ayudan a saciar el apetito al comer. Adicionalmente, cooperan a mantener la sensación de saciedad por más tiempo, evitando con ello que se coma entre horas.
7. Proporcionan fuerza y vitalidad: consumir verduras y frutas también es muy recomendable a la hora de obtener energía. Al ser tan ricos en nutrientes, son alimentos que tienen la virtud de elevar los niveles de actividad.
*Con información de EuropaPress