Las encías hacen referencia a las mucosas de la boca que rodean las piezas dentarias y está formada por un tejido conectivo recubierto por epitelio. Esto también se le conoce como tejido gingival y forman parte del periodonto, un conjunto de estructuras encargadas de sostener y fijar las piezas dentarios dentro de su alvéolo óseo.
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, este tejido abraza cada diente a la altura del cuello dental o línea amelocementaria. De esta manera, se forma un sellado que protege la raíz dentaria, el hueso y las demás estructuras de soporte. Como ta, el aspecto normal de una encía sana es de color rosado pálido y con una textura puntillada semejante a la piel de una naranja.
Normalmente, cuando las encías cambian de color, pierde su aspecto, se hinchan, molestan e incluso puede llegar a sangrar, esto indica que existe la presencia de placa bacteriana y otros agentes que desfavorecen la salud bucal.
Consejos para cuidar las encías
- Cepillar los dientes y las encías: esta es la mejor forma de cuidar el tejido gingival, pues al cepillarse los dientes y las encías se eliminan los gérmenes y los restos de alimentos que forman la placa bacteriana y el sarro. Específicamente, el cepillado debe realizarse al menos 2 o 3 veces al día y debe durar alrededor de 2 minutos. La limpieza no solo debe incluir los dientes; las cerdas del cepillo deben alcanzar también la zona de la encía libre o marginal.
- Limpiar la zona entre los dientes: el sitio en el que las piezas dentarias contactan entre sí suele acumular placa bacteriana y las cerdas del cepillo dental no llegan a este lugar. Por ello, es importante limpiar el espacio interdentario con ayuda del hilo dental todos los días. Esta seda debe pasar por entre los dientes para eliminar todo tipo de desechos de comida.
- Usar una crema dental adecuada: esto es determinante para la salud oral. Por ello, es importante buscar una pasta dental que contenga flúor, pero para tener una mayor certeza de esto, se debe consultar con un especialista en salud oral.
- Completar la higiene con enjuagues bucales: el uso de estos productos son favorables para las encías y los dientes. Como tal, los colutorios logran acceder a todas las zonas de la boca, incluso aquellas donde el cepillo y la seda no llegan. Asimismo, facilitan la limpieza de la encía adherida y de la mucosa alveolar.
- Cuidar la dieta: para tener una dieta favorable para la salud oral, es esencial elegir alimentos de origen natural y que sean abundantes en vitaminas y minerales. Normalmente, las vitaminas C, B y K refuerzan las encías, por lo que es importante incluir brócolis, cítricos y kiwis en la pauta alimentaria.
- Visitar al odontólogo de manera regular: cada seis meses, ir al odontólogo ayuda a mantener las encías y el resto de la boca. Por lo general, el profesional asesorará las mejores formas de proteger las estructuras orales. “Además, en el caso de que haya algún problema, con un diagnóstico a tiempo, podrá solucionarlo de manera inmediata. Así evitarás molestias, complicaciones y la necesidad de tratamientos más complejos en el futuro”, indica Mejor con Salud.
- Tener cuidado con las prótesis u ortodoncia: específicamente, las prótesis dentales, implantes o aparatos de ortodoncia aumentan el riesgo de sufrir enfermedades en las encías, por ello, se debe prestar mayor atención al tejido gingival. Esto quiero decir que es importante cepillar las prótesis, las zonas entre los implantes y eliminar la placa bacteriana que se acumula en los brackets para evitar algún tipo de daño en el tejido gingival.