Con frecuencia se escucha decir que para mantenerse joven y con buenas condiciones de salud se debe llevar una vida saludable con hábitos como beber mucha agua, comer sano o hacer ejercicio.
Sin embargo, hay otras prácticas que son clave para conservarse saludable o prevenir de manera acelerada el envejecimiento. Algunos hábitos pueden incidir en que las señales de la edad empiecen a evidenciarse de manera prematura.
Si bien es claro que el cuerpo comienza a mostrar los signos normales que ocasionan los procesos biológicos por los que atraviesa, es importante tomar precauciones que ayuden a prevenir y retrasar esas señales, las cuales se evidencian principalmente en la piel.
En el entorno hay una gran cantidad de toxinas y partículas volátiles que inciden de forma negativa en la dermis. Por lo tanto, si la persona quiere evitar el envejecimiento prematuro, debe tratar de alejarse de ellos, indica el portal Mejor con Salud.
Es probable que los factores genéticos también incidan en qué tan pronto aparecen las arrugas; no obstante, un estilo de vida saludable puede retrasar este proceso y, de paso, mejorar la calidad de vida y el autoestima de las personas. Estos son algunos malos hábitos que pueden incidir en un envejecimiento prematuro y a los que se les debe prestar atención.
1. Fumar: estudios publicados por la Biblioteca Nacional de Medicina y por los Institutos Nacionales de Salud, afirman que fumar cigarrillos restringe el flujo de sangre pura y de oxígeno necesarios para el rejuvenecimiento de las células de la piel, por lo que le quita al rostro nutrientes vitales. El tabaquismo deja como resultado líneas más pronunciadas alrededor de los labios y menos elasticidad en la piel a una edad más temprana.
2. No dormir suficiente: dormir pocas horas provoca ojeras, pero además afecta la belleza de la piel. Las células de la epidermis tienen un ritmo circadiano, al igual que el sueño, de manera que si la persona no duerme lo suficiente esas células no se pueden reparar de todas las afectaciones generadas a lo largo del día, de modo que la piel se verá reseca, apagada y envejecida, indica un artículo del portal OK Diario. Lo recomendado por los expertos es dormir ocho horas diarias.
3. Exceso de azúcar: cantidades elevadas de azúcar en la dieta pueden resultar muy perjudiciales no solo para la salud, sino también para la piel, asegura un artículo publicado en el medio digital estadounidense Business Insider.
“Varios estudios subrayan su vínculo con el envejecimiento de la piel. Los responsables son los AGE (productos finales de glicación avanzada), formados cuando una molécula de azúcar se adhiere a una proteína o lípido”, indica la publicación.
4. Abusar del maquillaje: el maquillaje permite lucir una mejor piel, sin embargo, su uso excesivo acarrea consecuencias negativas para la salud cutánea, según afirma un estudio realizado por la Universidad de Salento (Italia). Esto como consecuencia de que los residuos de estos productos se van acumulando en los poros y ocasionan una serie de imperfecciones. Además, al producir obstrucciones, impiden que los tejidos se oxigenen de forma adecuada.
5. No usar protección solar: la exposición a los rayos ultravioleta es la principal causa del envejecimiento prematuro pero no es algo que se de solo en verano o cuando hace sol, sino que también puede ocurrir en invierno o incluso cuando la persona está en su casa. Por esta razón, la recomendación de los expertos es siempre utilizar un protector solar con un índice de protección entre 30 y 50 cuando se esté al aire libre.
6. No alimentarse bien: dentro de los hábitos que envejecen está la mala alimentación. Los nutrientes que se obtienen de los alimentos son esenciales para tener una piel saludable y joven por más tiempo. Por esta razón, cuando una persona se alimenta mal es más susceptible a tener imperfecciones cutáneas.
Por ejemplo, el consumo excesivo de grasas y azúcares, al igual que los procesados, afectan la producción de colágeno y elastina y aceleran el envejecimiento, según indica un estudio realizado por la Universidad Anhui (China) y citado por Mejor con Salud.
7. No hidratarse bien: el agua es clave para mantener el equilibrio interno y la función de los tejidos de la piel, por eso el consumo mínimo diario debe ser de dos litros de este líquido, pues esta es la mejor manera de mantener hidratada la piel.