Las complicaciones respiratorias siempre están a la vuelta de la esquina. Ya sea por el clima, las alergias o los allegados con resfriado, la gripe está presente todo el tiempo, por lo cual es necesario tomar ciertas recomendaciones; especialmente para impedir que los menores de edad se contagien.
Las personas hacinadas en lugares como los centros de evacuación, son vulnerables a brotes de enfermedades respiratorias. En algunos casos, tal como sucede con la influenza, los microbios se pueden transmitir muy rápidamente en estos entornos y pueden tener consecuencias significativas en la salud de los residentes y trabajadores, particularmente en las personas que tienen un alto riesgo de complicaciones a causa de la influenza.
En ese orden de ideas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) dieron a conocer una serie de consejos para prevenir el contagio en niños, niñas y adolescentes.
En primer lugar, los microbios que generan estas enfermedades se transmiten a través de gotas provenientes de la tos y los estornudos. Es por ello que la transmisión ocurre directamente por el contacto cercano entre las personas. Es que, algunos individuos pueden infectarse al tocar algo que tenga estos microbios y luego tocarse la boca o la nariz.
Bajo ese contexto, los expertos señalan que el mejor método para prevenir la transmisión de las enfermedades es evitar al máximo el contacto de los menores de edad con personas que presentes síntomas relacionados a la gripa. Además, es clave el lavado de manos frecuente y evitar compartir artículos de uso personal, como utensilios para comer o beber, cepillos de dientes y toallas.
El lavado de manos regular es clave, en especial porque los menores de edad se mantienen tocando superficies u objetos con una alta presencia de bacterias. Los geles con alcohol para las manos son un sustituto adecuado cuando no se cuenta con agua limpia y jabón.
Asimismo, es fundamental conservar limpias las áreas que rodean a los menores de edad. Por el hecho de que están en contacto frecuente, justamente hay que tener los objetos inmunes ante cualquier contaminación, por lo cual es recomendable usar desinfectantes con bastante frecuencia en hogares, colegios y jardines infantiles.
Ahora bien, algunas enfermedades respiratorias, como la influenza, pueden prevenirse con una vacuna. En ese orden de ideas, es importante mantener el control de vacunas al día para los menores de edad. Del mismo modo, es clave prestarle atención al entorno donde los niños se desenvuelvan, debido a que puede haber presencia de focos contagiosos de estas condiciones médicas.
En caso de que los menores de edad presenten síntomas de enfermedades respiratorias, los expertos señalan que hay que proporcionarles a los pacientes un cuidado adecuado para practicar higiene respiratoria y manejo de la tos. Lo anterior incluye:
- Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar.
- Usar pañuelos desechables para contener las gotitas respiratorias o las secreciones.
- Luego de usar los pañuelos, botarlos a la bolsa de basura más cercana.
- Realizar la respectiva higiene de manos (por ejemplo; lavárselas con agua y jabón o limpiarlas con un gel con alcohol) después de tener contacto con secreciones respiratorias y objetos o materiales contaminados.
De igual modo, es vital proporcionarles a los más pequeños el suministro adecuado de pañuelos desechables y un recipiente para botar los ya usados. Además, es importante suministrar dispensadores personales de gel con alcohol para las manos; en donde haya lavamanos, asegurarse de que siempre haya productos para el baño.