El cuidado personal incluye cualquier actividad que nos permite mantenernos física, mental y espiritualmente saludables. Aunque priorizar el cuidado de uno mismo puede parecer de sentido común, especialmente en el caso de los adultos mayores, es lo primero que abandonamos cuando nos encontramos en una situación desafiante, ya sea por problemas de salud, crisis financieras o pérdida de trabajo.
¿Por qué es importante el cuidado personal?
Erróneamente, la sociedad actual ha incorporado la creencia de que trabajar largas horas y posponer los días de descanso o vacaciones, está relacionado con el hecho de ser más productivos, lo cual puede reducir las oportunidades de cuidarse a sí mismo. En efecto, tomarse un poco de tiempo para involucrarse en el cuidado propio puede ayudar a aliviar las presiones del día a día, lo cual nos puede permitir sentirnos renovados y maximizar nuestra productividad.
Vivir trabajando sin tomar descansos, puede generar consecuencias severas entre las que se incluye el agotamiento, la depresión, la ansiedad, el resentimiento y muchas otras repercusiones negativas. De hecho, se ha comprobado clínicamente que involucrarse en una rutina de autocuidado reduce o elimina la ansiedad y la depresión, reduce el estrés, mejora la concentración, minimiza la frustración y la ira, aumenta la felicidad, mejora la energía y muchos otros efectos positivos.
Desde la perspectiva de la salud física, está comprobado que el cuidado personal reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, infartos y cáncer. Espiritualmente, es posible que el cuidado personal no permita mantenernos en sincronía con nuestra fuerza superior y, a su vez, encontrar nuestro propósito en la vida.
¿Cómo cuidar la piel del rostro?
Mantener una presencia impecable empieza con el cuidado de nuestro rostro, pues es nuestra presentación ante el mundo. El cuidado del rostro es una de las pautas más importantes dentro de los hábitos diarios.
Tanto en mujeres como en hombres se recomienda realizar limpieza facial mínimo dos veces al día con productos naturales y de buena calidad. Esto, debido a que diariamente eliminamos toxinas a través de los poros.
Realizar una limpieza facial de día nos ayuda a eliminar posibles toxinas de desecho y desarrollar el mismo procedimiento en la noche es efectivo para mantener la piel hidratada, permitiendo que esta pueda descansar de los productos cosméticos que nos aplicamos al inicio de la jornada.
Una buena alimentación es fundamental
Incorporar el mayor grupo de alimentos en la ingesta diaria como pescado, verduras, frutas y carne incrementa la fibra de nuestro cuerpo y le da mayor luminosidad al rostro, ya que tanto la piel como todos nuestros órganos absorben los nutrientes producidos por estos alimentos y mantienen el buen estado del organismo.
Priorizar la calidad y horas de sueño
Prestar atención a la cantidad de horas de sueño y la calidad del mismo es importante para la salud, porque un descanso óptimo puede aumentar la resistencia física, y generar mayor energía, lo que nos permite realizar con eficiencia nuestras actividades cotidianas, además nos ayuda a estar relajados y concentrados.
Dormir bien significa estar en un estado de reposo, en el que suspendemos toda actividad consciente y todo movimiento voluntario; además del descanso físico, el sueño nos ayuda a desarrollar el sistema nervioso y conservar energía. Mientras dormimos, el cerebro consolida las memorias, regula los estados de ánimo, disminuyendo la agresividad y la ansiedad, por lo que es recomendable dormir al menos 7 horas al día.
De acuerdo con estudios realizados en la Universidad de Hafi, en Israel, al descansar el cuerpo humano fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo o almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando nuestra memoria de corto plazo a largo plazo.