El síndrome del corazón roto es una afección cardíaca temporal que generalmente es provocada por situaciones estresantes y emociones extremas. Sin embargo, también se puede desencadenar por una enfermedad física grave o una cirugía.

Las personas con este síndrome pueden presentar un dolor repentino de pecho o pensar que están teniendo un ataque cardíaco, precisa el instituto de investigación clínica Mayo Clinic. Esta molestia afecta solo a una parte del corazón e interrumpe temporalmente la función habitual de bombeo de este órgano, mientras el resto sigue funcionando.

Este padecimiento, al que también se le conoce como miocardiopatía por estrés, miocardiopatía de Takotsubo o síndrome de abombamiento apical, puede presentar síntomas muy parecidos a los de un ataque cardíaco e incluir dolor de pecho y falta de aire.

La enfermedad se caracteriza por comportarse de forma similar a un infarto de miocardio, con una debilidad cardiaca transitoria, precisa la Fundación Española del Corazón. Se produce en personas sin estrechamiento de las arterias coronarias y su pronóstico es generalmente benigno, con una mortalidad intrahospitalaria inferior al 5 %, pero pueden producirse complicaciones graves en uno de cada cinco casos. Sin embargo, casi todos los enfermos se recuperan completamente de la debilidad cardíaca tras unas semanas.

Causas

Las razones de que se presente este síndrome no son claras. Se cree que un aumento repentino de las hormonas del estrés, como la adrenalina, podría dañar temporalmente el corazón de algunas personas.

De igual forma, según Mayo Clinic, una opresión temporal de las arterias grandes o pequeñas del corazón puede influir. Las personas que tienen el síndrome del corazón roto también pueden tener un cambio en la estructura del músculo cardíaco.

Esta situación normalmente se presenta después de un evento físico o emocional intenso. Por ejemplo, una enfermedad aguda, una cirugía mayor o una fractura; es decir, todo aquello que cause una respuesta emocional fuerte, como una muerte u otra pérdida, o una discusión fuerte, puede desencadenar esta afección.

¿Qué diferencia hay entre este síndrome y un ataque cardíaco?

Los ataques cardíacos generalmente se producen por una obstrucción total o casi total de una arteria del corazón. En el síndrome del corazón roto estas arterias no se obstruyen, aunque es posible que disminuya el flujo sanguíneo a través de las mismas.

Entre los factores de riesgo están el sexo, la edad y un trastorno de salud mental previo. Según los especialistas, en pocas ocasiones el síndrome del corazón roto puede causar la muerte. La mayoría de las personas que lo padecen se recuperan rápidamente.

Algunas posibles complicaciones cuando se presenta son: acumulación de líquido en los pulmones, presión arterial baja, arritmia, insuficiencia cardíaca y coágulos sanguíneos que se forman dentro del corazón debido al debilitamiento del músculo cardíaco.

La enfermedad se caracteriza por cursar de forma similar a un infarto de miocardio, con una debilidad cardiaca transitoria. | Foto: GettyImages

Con respecto al tratamiento, al ser una patología recientemente descrita, no existe mucha información de su utilidad y eficacia, indica la Fundación Española del Corazón. Lo que más se utiliza son fármacos que bloquean la acción de la adrenalina y de otras sustancias similares, los betabloqueantes.

En cualquier caso, el curso de la enfermedad suele ser benigno, con una recuperación rápida y completa en la mayoría de los pacientes. Normalmente, cuando una persona ha superado este padecimiento no es necesario tomar ningún tratamiento farmacológico y lo único que debe hacer, en la medida de lo posible, es intentar evitar situaciones de estrés súbito en el futuro.

¿Quiénes tienen más riesgo de padecerlo?

Según el portal Cuídate Plus, la mayoría de los casos ocurre en mujeres tras la menopausia, siendo frecuente que haya de base un trastorno del ánimo, como ansiedad o depresión. La diabetes es otro factor de riesgo, así como las crisis de asma y el consumo de algunas drogas, como el cannabis.

Adicionalmente, las personas que ya han tenido un episodio tienen un riesgo del 20 % de que esta situación se vuelva presentar en los siguientes 10 años, asegura este sitio web.